"Cuidar la vida, y solamente se la cuida ...como la cuidó Jesús. Y cuidar la vida entraña el cuidarnos entre nosotros, el más pequeñito, que apenas se ve en una ecografía, el más anciano, añejo de sabiduría por haber caminado y trabajado con dignidad.
Y también cuidar la vida de aquel que se desvió, no condenar, rezar por él, hacer penitencia por él, pedir la misericordia de Dios por él.
Tantos Herodes que no sólo no se ocupan de la vida de los demás sino que la limitan, la acotan o la matan. Pedir, orar, todo eso es morir a uno mismo, para que la vida crezca en los demás, todo eso es morir como Jesús para que la vida sea cuidada.
Escuchemos la voz de Jesús en el Evangelio, el que tiene apego a su vida la va a perder. Cuidar la vida de mi hermano, cuidar la vida de cualquier ser humano supone sacrificio, supone cruz, supone no cuidarme yo. Supone que nos sea concedida esa gracia. Le pedimos al comenzar la misa: “Padre, danos la gracia de participar generosamente de este amor que llevó a tu Hijo a entregarse por nosotros.
En esta misa pidamos la gracia de cuidarnos mutuamente, de cuidar toda la vida, de trabajar para que tantos Herodes que se dan a lo largo del transcurso de una vida, no logren su cometido: facilitemos huidas a Egipto para cuidar a los hermanos, desde los más chiquitos hasta los más grandes.
La que nos da un ejemplo de cómo se cuida la vida es Ella, que cuidó a Dios chiquitito y cuidó a Dios clavado en una Cruz, de pie y de pie, con fortaleza y generosidad.
Madre, enséñanos a cuidar la vida."
No hay comentarios:
Publicar un comentario