lunes, 27 de noviembre de 2017

21° Viaje Apostólico: El Papa Francisco llegó a Myanmar

Después de casi diez horas de viaje, el avión A330 de la aerolínea italiana Alitalia, aterrizó a las 13.30 (hora local de Myanmar) en el Aeropuerto Internacional de Rangún. A su llegada al Aeropuerto de Rangún, el Pontífice fue recibido por el Ministro Delegado del Presidente de la República, Autoridades civiles y religiosas del país, entre ellos los Obispos de Myanmar, junto a un grupo de niños vestidos con trajes tradicionales QUE agitaban banderas del Vaticano y de Myanmar.
La actividad del Papa Francisco durante este día comprende la ceremonia de bienvenida, el traslado al Arzobispado de Rangún, residencia donde alojará el Papa durante su estadía en Myanmar. Posteriormente, el Santo Padre celebrará la Santa Misa de forma privada, para luego cenar y descansar.
Desde el avión que lo trasladó a Myanmar, el Papa Francisco envió un telegrama de saludo a las autoridades de los Países atravesados tales como, Italia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Montenegro, Serbia, Bulgaria, Turquía, Georgia, Azerbaiyán, Turkmenistán, Afganistán, Pakistán e India.

viernes, 24 de noviembre de 2017

COMPARTIMOS MENSAJE DE MONS. SANTIAGO OLIVERA ACERCA DE LOS 44 TRIPULANTES DEL ARA SAN JUAN Y SUS FAMILIAS.


En estos días, nos ha tocado vivir como Iglesia Diocesana y como Obispo Castrense, la dolorosa dimensión de la iglesia-hospital de campaña, como dice el Papa Francisco.
Junto a los capellanes, en este momento en que la incertidumbre se instala en todos los argentinos ensombreciendo nuestros pensamientos y sentimientos, nos sentimos llamados a anunciar que la omnipotencia de Dios se manifiesta en Su misericordia: Dios nos mira siempre con amor, para cumplir en nosotros sus designios providentes.
Y misericordia, significa antes que nada curar las heridas, ir con espíritu acogedor hacia las personas dolidas que abrirán sus corazones cada vez más al amor de Dios: Familias, compañeros, superiores, de estos servidores de la Patria que abrazando con pasión este llamado, han enfrentado graves peligros, entregándose como fecundo don.
Sabemos que fe y esperanza caminan juntas y que la búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto; una tarea sin descanso que exige el compromiso de todos.En esta situación tan dolorosa cuando se presenten los conflictos, respetemos la dignidad más profunda del hermano. En estas circunstancias tan difíciles valoramos el afecto y cercanía de tantos y el gesto de la comunidad internacional que ha venido en nuestra ayuda, haciendo posible una verdadera cultura del encuentro. Aspiremos a que ella, se instale en todos, que sepamos mirarnos a los ojos como hermanos e hijos de un mismo mundo, sin enfrentamientos estériles. Debemos ser capaces de contemplar y capitalizar el dolor de muchos.
En todas nuestras celebraciones y Eucaristías recemos por nuestros 44 compatriotas del Submarino “ARA San Juan” y por la fortaleza y consuelo de sus familias. También recemos por nuestra Patria y sus Instituciones. En estos momentos, necesitamos más que nunca la valentía de la fe. Tengamos confianza, el Señor es nuestra fortaleza.

+Santiago Olivera
Obispo Castrense de la República Argentina
Buenos Aires, 24 de noviembre de 2017

Reflexión pre-adviento

Homilía del Papa: nuestras iglesias no son supermercados

Vigilancia, servicio y gratuidad: son las tres palabras que el Papa Francisco destacó en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta el cuarto viernes de noviembre. El Santo Padre comentó las dos lecturas propuestas por la Liturgia del día. La primera tomada del Libro de los Macabeos y la segunda del Evangelio de San Lucas, cuyo tema común se refiere a la purificación del templo. Así como Judas y sus hermanos volvieron a consagrar el templo profanado por los paganos, del mismo modo Jesús echa a los mercantes de la casa del Señor transformada en una guarida de ladrones.
Y al respecto el Pontífice formuló una pregunta: ¿cómo se hace para que el templo de Dios vuelva a ser puro? Su respuesta fue a través de la vigilancia, el servicio y la gratuidad.
Está atento, está atenta: ¿qué sucede en tu corazón?
“El templo de Dios más importante es nuestro corazón” – dijo el Papa – porque dentro de nosotros habita el Espíritu Santo. Pero, ¿qué sucede en mi corazón?
Estar atentos a lo que sucede en nuestro templo, dentro de nosotros
“¿He aprendido a vigilar dentro de mí, para que el templo, en mi corazón, sea sólo para el Espíritu Santo? Purificar el templo, el templo interior y vigilar. Está atento, está atenta: ¿qué sucede en tu corazón? Quien viene, quien va… ¿Cuáles son tus sentimientos, tus ideas? ¿Hablas con el Espíritu Santo? ¿Escuchas al Espíritu Santo? Vigilar. Estar atentos a lo que sucede en nuestro templo, dentro de nosotros”.
Jesús está presente de modo especial en los enfermos, en los que sufren, en los hambrientos y en los encarcelados
El Obispo de Roma prosiguió explicando que Jesús “está presente, de modo especial en los enfermos, en los que sufren, en los hambrientos y en los encarcelados”. Él mismo lo ha dicho:
“Y yo me pregunto: ¿sé custodiar aquel templo? ¿Cuido el templo con mi servicio? ¿Me acerco para ayudar, para vestir, para consolar a aquellos que tienen necesidad? San Juan Crisóstomo regañaba a quienes hacían tantas ofrendas para adornar, para embellecer el templo físico y no se ocupaban de los necesitados. ¡Reprendía! Y decía: “No, esto no va bien. Primero el servicio, después las decoraciones”.
Por lo tanto, hay que purificar el templo que son los demás. “Cuando nos acercamos a prestar un servicio – prosiguió diciendo Francisco –, para ayudar, nos asemejamos a Jesús que está allí dentro”.
La tercera actitud que el Papa indicó antes de concluir su reflexión fue la de la gratuidad. Y lo explicó de la siguiente manera:
Cuántas veces con tristeza entramos en un templo y no sabemos si estamos en la casa de Dios o en un supermercado…
“Cuántas veces con tristeza entramos en un templo; pensemos en una parroquia, un obispado, no sé…, pensemos, y no sabemos si estamos en la casa de Dios o en un supermercado. Allí hay comercio, incluso está la lista de precios para los sacramentos. Falta la gratuidad. Y Dios nos ha salvado gratuitamente, no nos hizo pagar nada”.
Que nuestras iglesias sean de servicio y gratuitas
El Papa Bergoglio anticipó una objeción: pero es necesario tener dinero para hacer que marchen las estructuras, para mantener a los sacerdotes, etc. Y respondió: “Tu da la gratuidad y Dios hará el resto. Dios hará lo que falta”. Que nuestras iglesias – concluyó – sean “iglesias de servicio, iglesias gratuitas”.