viernes, 28 de septiembre de 2012

Evangelización es tarea perenne, recuerda el Papa Benedicto XVI

VATICANO, 28 Sep. 12 / 11:27 am .- El Papa Benedicto XVI señaló que la tarea de la Evangelización es perenne, en su mensaje a la Asamblea Plenaria del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) se reúne en Sankt-Gallen (Suiza) del 27 al 30 de septiembre.


En el texto firmado por el Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado del Vaticano, enviado al presidente del CCEE, Cardenal Cardenal Peter Erdo, se señala que el 1400 aniversario de la llegada a Suiza de San Galo, discípulo y compatriota de San Columbano, "invita a reflexionar sobre la tarea perenne de la evangelización y sobre su renovada urgencia".

El Papa afirma luego que "la experiencia de San Galo, como la de tantos otros protagonistas de la evangelización en las tierras europeas y en el mundo entero, enseña que el mensaje cristiano se siembra y se radica eficazmente allí donde se vive de forma auténtica y elocuente en una comunidad, de modo que la predicación sea sostenida por el testimonio de la caridad fraterna y animada por la oración común"


Por lo tanto, "la memoria de San Galo y de su obra, en vísperas de la Asamblea sinodal sobre la Nueva Evangelización, servirá como estímulo a la plenaria de este consejo para mirar con fe y esperanza –con la mirada de Cristo Señor– a la gran 'mies' que son los pueblos de Europa, siguiendo el curso del Concilio Ecuménico Vaticano II y de las enseñanzas de los sumos pontífices que lo han actuado".

En particular, escribe el Cardenal Bertone, "será oportuno retomar la lección magistral del Siervo de Dios Pablo VI en la 'Evangelii nuntiandi' y las directrices del beato Juan Pablo II en la 'Novo millennio ineunte', naturalmente a la luz del magisterio del Santo Padre Benedicto XVI y en la perspectiva del Año de la Fe".

Mil jóvenes acuden a Auschwitz-Birkenau para combatir todo tipo de racismo

28 de septiembre, 2012. (Romereports.com) El campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Unos 1200 jóvenes desfilan en silencio. Reflexionan sobre las consecuencias de dejarse llevar por el odio. Y llegan a una conclusión contundente:


“Desde este lugar surge un movimiento de corazones que quiere contagiar a otros jóvenes como nosotros para ser mejores y hacer más humanos nuestros pueblos en una Europa de paz”

Se trata del tercer encuentro de Jóvenes Europeos por un mundo sin violencia, promovido por la comunidad de San Egidio. Se celebró en Cracovia. Durante tres días, jóvenes diferentes países europeos intercambiaron experiencias sobre como promover la paz y el respeto de las personas en sus lugares de origen.

La visita al campo de concentración y la ceremonia para recordar a las víctimas fue muy impactante. Regresan decididos a transmitir a sus amigos la importancia de fomentar la paz y respetar a todos los colectivos marginados. Combatir cualquier tipo de violencia y racismo.

Además de foros de debate, se reunieron con el arzobispo de Cracovia, el cardenal Stanislao Dziwisz en el santuario de la Divina Misericordia.

La ciudad polaca pudo vibrar también con la emocionada visita de estos jóvenes que el último día organizaron una emotiva despedida en recuerdo de las víctimas de Auschwitz-Birkenau.

Sant'EGIDIO
VER MAS:http://www.romereports.com/palio/mil-jovenes-acuden-a-auschwitz-birkenau-para-combatir-todo-tipo-de-racismo-spanish-7804.html

jueves, 27 de septiembre de 2012

La Virgen María es modelo de fe para el creyente

El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Guillermo Garlatti, presidió el pasado 24 de septiembre las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la arquidiócesis.

El prelado encabezó la procesión alrededor de la Plaza Rivadavia, a cuyo término presidió una misa concelebrada con el obispo auxiliar de Bahía Blanca, monseñor Pedro Laxague; el obispo emérito del Alto Valle de Río Negro, monseñor Néstor Navarro, y una veintena de sacerdotes del clero secular y religioso de Bahía Blanca, Ingeniero White y Punta Alta.

En la homilía, monseñor Garlatti anunció el comienzo del Año de la Fe para el próximo mes de octubre, poniendo a María como modelo de la fe del creyente.

Asimismo destacó que este Año de la Fe comprende a todos los cristianos de la arquidiócesis y desafía a poner en práctica la nueva evangelización sin olvidar que todos somos discípulos misioneros.+

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Abrir y dirigir el corazón a Dios al rezar en la Liturgia de la Iglesia, exhorta el Papa

VATICANO, 26 Sep. 12 / 10:42 am (ACI/EWTN Noticias).- El Papa Benedicto XVI hizo hoy un especial llamado a los católicos a tener una disposición fundamental: dirigir el corazón y abrirlo dócilmente a Dios para rezar en la liturgia de la Iglesia.


En su habitual catequesis de la audiencia general celebrada esta mañana ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro, el Papa reflexionó sobre la oración en la liturgia, un espacio "precioso" que es además "un ámbito privilegiado en el que Dios nos habla a cada uno de nosotros, aquí y ahora, y espera nuestra respuesta".
Tras recordar que liturgia significa originalmente "servicio de parte de y en favor del pueblo", el Papa resaltó el momento en el que el celebrante, durante la Misa, anima a levantar el corazón (Sursum corda) "fuera de la maraña de nuestras preocupaciones, de nuestros deseos, de nuestras angustias, de nuestra distracción".

"Nuestro corazón, la parte íntima de nosotros mismos, debe abrirse dócilmente a la Palabra de Dios, y recogerse en la oración de la Iglesia, para recibir su orientación hacia Dios de las palabras mismas que escucha y dice. La mirada del corazón debe dirigirse al Señor, que se encuentra entre nosotros: es una disposición fundamental".

Benedicto XVI explicó que "cuando vivimos la liturgia con esta actitud fundamental, nuestro corazón viene sustraído como por la fuerza de la gravedad, que lo atrae hacia abajo, y sube interiormente hacia arriba, hacia la verdad y el amor, a Dios".

"Cómo recuerda el Catecismo de la Iglesia Católica, ‘la misión de Cristo y del Espíritu Santo que, en la Liturgia sacramental de la Iglesia anuncia, actualiza y comunica el Misterio de la salvación, continúa en el corazón que ora. Los Padres de la vida espiritual a veces comparan el corazón a un altar’. Dice el Catecismo: altare Dei est cor nostrum".

El Santo Padre dijo que en el significado de la liturgia "servicio en favor del pueblo" se hace referencia a "un pueblo que no existe por sí mismo, sino que se ha formado gracias al Misterio Pascual de Jesucristo. De hecho, el Pueblo de Dios no existe por lazos de sangre, de territorio o de nación, sino que nace por obra del Hijo de Dios y de la comunión con el Padre que Él nos obtiene".

El Papa recordó la aprobación en el Concilio Vaticano II, el 4 de diciembre de 1963, del documento Sacrosanctum Concilium, sobre la liturgia, con lo que se puso de manifiesto "muy claramente la primacía de Dios y su prioridad absoluta. En primer lugar, Dios: esto es lo que nos dice precisamente la opción conciliar de empezar por la liturgia".
"Donde la mirada hacia Dios no es determinante, todo lo demás pierde su orientación. El criterio fundamental para la liturgia es su orientación hacia Dios, para que podamos participar de su obra", dijo luego.
"Pero podemos preguntarnos: ¿qué es esta obra de Dios a la que estamos llamados a participar? La respuesta que nos da la Constitución conciliar sobre la sagrada liturgia es aparentemente doble. En el número 5 nos dice, en efecto, que la obra de Dios son sus acciones históricas que nos traen la salvación, que culminan en la muerte y resurrección de Jesucristo; pero en el número 7, la misma Constitución define la celebración de la liturgia como ‘obra de Cristo’".

En realidad, explica el Santo Padre, "los dos significados están inseparablemente unidos. Si nos preguntamos quién salva al mundo y al hombre, la única respuesta es: Jesús de Nazaret, Señor y Cristo, crucificado y resucitado".

"¿Y dónde está presente hoy para nosotros, para mí, el Misterio de la Muerte y Resurrección de Cristo, que trae la salvación? La respuesta es: en la acción de Cristo, a través de la Iglesia, en la liturgia, sobre todo en el Sacramento de la Eucaristía, que hace presente la ofrenda sacrificial del Hijo de Dios, quien nos ha redimido; en el Sacramento de la Reconciliación, en donde se pasa de la muerte del pecado a la vida nueva; y en los otros actos sacramentales que nos santifican".
Por lo tanto, precisa el Papa, "el Misterio Pascual de la Muerte y Resurrección de Cristo es el centro de la teología litúrgica del Concilio".

"Demos un paso más y preguntémonos: ¿cómo podemos hacer posible ésta actualización del Misterio Pascual de Cristo? El beato Papa Juan Pablo II, 25 años después de la Constitución Sacrosanctum Concilium, escribió: ‘para actualizar su Misterio Pascual, Cristo está siempre presente en su Iglesia, principalmente en los actos litúrgicos. La Liturgia es, en consecuencia, el lugar privilegiado del encuentro de los cristianos con Dios y con Aquel a quien Él envió, Jesucristo’".

Como recuerda la Sacrosanctum Concilium, "para garantizar la plena eficacia de la celebración ‘es necesario que los fieles se acerquen a la liturgia con una disposición de ánimo correcto, pongan su propia alma en consonancia con su propia voz y cooperen con la gracia divina para no recibirla en vano’".

"Queridos amigos –prosiguió el Papa– celebramos y vivimos bien la liturgia sólo si permanecemos en actitud de oración, uniéndonos al misterio de Cristo y a su coloquio del Hijo con el Padre. Dios mismo nos enseña a orar, afirma San Pablo. Él mismo nos ha dado las palabras adecuadas para dirigirnos a Él, palabras que encontramos en el Salterio, en las grandes oraciones de la sagrada liturgia y en la Celebración eucarística".

Para concluir pidió rogar "al Señor para ser cada vez más conscientes del hecho de que la liturgia es acción de Dios y del hombre; la oración que viene del Espíritu Santo y de nosotros, dirigida por completo al Padre, en unión con el Hijo de Dios hecho hombre".

VER MAS: El Papa dedica catequesis de la audiencia general a la liturgia http://www.romereports.com/palio/el-papa-dedica-catequesis-de-la-audiencia-general-a-la-liturgia-spanish-7780.html   Benedicto XVI inicia ciclo de catequesis sobre la liturgia como escuela de oración http://www.romereports.com/palio/benedicto-xvi-inicia-ciclo-de-catequesis-sobre-la-liturgia-como-escuela-de-oracion-spanish-7779.html

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Arraigar la vida en Cristo para lograr la paz, pide el Papa tras visita al Líbano

VATICANO, 19 Sep. 12 / 10:05 am (ACI/EWTN Noticias).- Como es tradicional luego de sus viajes, el Papa Benedicto XVI recordó la visita que realizó al Líbano el pasado fin de semana y expresó su deseo de que los católicos de Medio Oriente arraiguen su vida en Cristo para así alcanzar la paz en toda la convulsionada región.

En el Aula Pablo VI en el Vaticano y ante miles de fieles presentes, el Papa recordó el viaje apostólico que realizó del 14 al 16 de septiembre para firmar y entregar la exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in Medio Oriente.

Benedicto XVI dijo que esta visita la quiso "grandemente, pese a las circunstancias difíciles, considerando que un padre debe estar siempre junto a sus hijos cuando encuentran graves problemas. Me ha movido el vivo deseo de anunciar la paz que el Señor resucitado ha dejado a sus discípulos, sintetizándolo en las palabras ‘Mi paz os doy’".

El Papa, que agradeció en varias ocasiones a los organizadores de su viaje y a cuantos colaboraron en el éxito del mismo, dijo que "los días transcurridos en El Líbano han sido una estupenda manifestación de fe y de intensa religiosidad y un signo profético de paz".
"La multitud de creyentes, provenientes del todo Medio Oriente tuvo la oportunidad de reflexionar, dialogar y sobre todo de orar junta, renovando el compromiso de arraigar la propia vida en Cristo".

"Tengo la certeza de que el pueblo libanés, en su multiforme pero bien amalgamada composición religiosa y social, sabrá dar testimonio con nuevo impulso de la verdadera paz, que nace de la confianza en Dios".

El Santo Padre dijo además que espera que sus "varios mensajes de paz y de estima que quise dar, puedan ayudar a los gobernantes de la región a cumplir los pasos decisivos hacia la paz y hacia una mejor comprensión de las relaciones entre cristianos y musulmanes. De mi parte sigo acompañando aquellas amadas poblaciones con la oración, para que permanezcan fieles a los compromisos asumidos".

El Papa también recordó su pesar y cercanía ante "el terrible conflicto que atormenta a Siria, causando, además de miles de muertes, un flujo de refugiados que se vuelcan en la región en una búsqueda desesperada de seguridad y futuro; y no olvido la difícil situación de Irak".

"Durante mi Visita, la gente de El Líbano y de Medio Oriente –católicos, representantes de las otras Iglesias y Comunidades eclesiales y de las diversas comunidades musulmanas– han vivido, con entusiasmo y en un clima distendido y constructivo, una experiencia importante de respeto recíproco, de comprensión y de fraternidad, que constituye un fuerte signo de esperanza para toda la humanidad".

El Papa dijo que se siente muy agradecido por el testimonio y la fe de los católicos de Medio Oriente, por quienes da gracias al Señor porque este don "da esperanza para el futuro de la Iglesia en aquellos territorios: jóvenes, adultos y familias animadas por el tenaz deseo de arraigar su vida en Cristo, permanecer anclados al Evangelio, caminar juntos en la Iglesia".
Benedicto XVI recordó la buena acogida de parte de los musulmanes e indicó que "ha llegado el momento de dar juntos un testimonio sincero y decidido contra las divisiones, la violencia y las guerras. Los católicos, venidos también de los Países colindantes, han manifestado con fervor su profundo afecto al Sucesor de Pedro".

El Papa recordó luego que en la firma de la exhortación apostólica invitó a los católicos de Medio Oriente a "fijar la mirada sobre Cristo crucificado para encontrar la fuerza, también en contextos difíciles y dolorosos, de celebrar la victoria del amor sobre el odio, del perdón sobre la venganza y de la unidad sobre la división".

A ellos que son un "pequeño rebaño", dijo, "el Papa no los olvida".

Tras recordar su encuentro con las autoridades civiles y los jefes musulmanes, el Santo Padre recordó que el Líbano es ejemplo de coexistencia pacífica de las religiones y que se debe trabajar por un diálogo sincero para defender siempre la dignidad y la vida de cada persona.

A los más de 25 mil jóvenes de todo Medio Oriente que se dieron cita en la residencia del Patriarca Maronita, el Papa los alentó a "permanecer firmes en la fe, confiados en Cristo, fuente de nuestro gozo, y a profundizar la relación personal con Él en la oración, como también a permanecer abiertos a los grandes ideales de la vida, de la familia, de la amistad y de la solidaridad".

"Mirando a jóvenes cristianos y musulmanes hacer fiesta en gran armonía, los he impulsado a construir juntos el futuro de El Líbano y de Medio Oriente y a oponerse juntos a la violencia y a la guerra. La concordia y la reconciliación deben ser más fuertes que los impulsos de muerte".

Sobre la Misa del domingo en el City Center Waterfront de Beirut, el Santo Padre dijo que exhortó a los asistentes a "vivir la fe y a testimoniarla sin temor, en la certeza de que la vocación del cristiano y de su Iglesia es aquella de llevar el Evangelio a todos sin distinción, según el ejemplo de Jesús".

Para concluir y en español, el Papa Benedicto XVI invitó a "todos a dar gracias al Señor que me ha concedido vivir esta visita apostólica. Confiemos a la materna intercesión de María los propósitos de bien y las justas aspiraciones de todo el Medio Oriente. Muchas gracias".

Sinodo: “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”

Con el tema “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”, tendrá lugar en el Vaticano, durante los días del 7 al 28 de octubre próximo, la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.

Además de los prelados que participarán en representación de los distintos episcopados del mundo, y que fueron oportunamente elegidos por sus pares, ahora el papa Benedicto XVI nombró otros 36 Padres sinodales para este próximo Sínodo: 12 cardenales, 20 arzobispos y obispos, entre los cuales a monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata y 7 latinoamericanos, y 4 sacerdotes.

Los cardenales son: Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio; Joachim Meisner, arzobispo de Colonia (Alemania); Vinko Pulji, arzobispo de Sarajevo-Vrhbosna (Bosnia-Herzegovina); Polycarp Pengo, arzobispo de Dar-es-Salaam (Tanzania) y Presidente del Symposium de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SCEAM); Christoph Schönborn OP, arzobispo de Viena (Austria); George Pell, arzobispo de Sydney (Australia); Josip Bozani, arzobispo de Zagreb (Croacia); Péter Erdo, arzobispo de Esztergom-Budapest (Hungría), y Presidente del Consilium de las Conferencias Episcopales Europea (CCEE); Agostino Vallini, Vicario General de Su Santidad para la diócesis de Roma; Lluis Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona (España); André Vingt-Trois, arzobispo de París (Francia); Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India), y secretario general de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC).

Lo arzobispos son: Francesco Moraglia, Patriarca de Venecia (Italia); John Olorunfemi Onaiyekan, arzobispo de Abuja (Nigeria); Héctor Rubén Aguer, arzobispo de La Plata (Argentina); Antonio Arregui Yarza, arzobispo de Guayaquil (Ecuador) y Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana; John Atcherley Dew, arzobispo de Wellington (Nueva Zelanda) y Presidente de la Federación de las Conferencias de Obispos Católicos de Oceanía (FCBCO); José Octavio Ruiz Arenas, arzobispo emérito de Villavicencio (Colombia) y Secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización; José Horacio Gómez, arzobispo de Los Ángeles (Estados Unidos); Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla (México) y Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (C.E.L.AM.); Bernard Longley, arzobispo de Birmingham (Gran Bretaña); Ricardo Antonio Tobón Restrepo, arzobispo de Medellín (Colombia); Luis Antonio G. Tagle, arzobispo de Manila (Filipinas); y Filippo Santoro, arzobispo de Taranto (Italia).

Los obispos son: Javier Echevarría Rodríguez, Prelado de la Prelatura personal del Opus Dei; Dominique Rey, obispo de Fréjus-Toulon (Francia); Menghesteab Tesfamariam MCCJ, Eparca de Asmara (Eritrea); Benedito Beni Dos Santos, obispo de Lorena (Brasil); Santiago Jaime Silva Retamales, obispo auxiliar de Valparaíso (Chile), y Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM); Luigi Negri, obispo de San Marino-Montefeltro (Italia); Alberto Francisco María Sanguinetti Montero, obispo de Canelones (Uruguay); y Enrico Dal Covolo, SDB, Rector Magnífico de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma.

Además los padres Julián Carrón, Presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación; Renato Salvatore MI, Superior General de los Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos (Camilos); Heinrich Walter, Superior General de los Padres de Schönstatt; y Jose Panthaplamthottiyil, CMI, Prior General de los Carmelitas de la Bienaventurada Virgen María Inmaculada.

Delegados del episcopado argentino

Los obispos argentinos elegidos para participar en el Sínodo de octubre próximo son: monseñor Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú; monseñor Carlos María Franzini, obispo de Rafaela; y monseñor Virginio Domingo Bressanelli SCJ, obispo de Neuquén; suplente, monseñor Eduardo Eliseo Martín, obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto.+

lunes, 17 de septiembre de 2012

¿Porqué debemos ser Católicos?: 15 razones

Las 15 Marcas de la Iglesia Católica.


-San Roberto Belarmino (1542-1621), Doctor de la Iglesia



1. El Nombre de la Iglesia Católica. Esta no es confinada a una nación o gente en particular.

2. Antiguedad. Traza sus ancestros directamente a Jesucristo.

3. Constante Duración. Duración substancial (a través de los siglos) sin cambios.

4. Extensa. Número de sus fieles.

5. Sucesión Episcopal. Desde los primeros Apóstoles a la jerarquía presente.

6. Acuerdo Doctrinal. La misma doctrina y enseñanzas de la Iglesia primitiva.

7. Unión. Todos los miembros entre sí y con la cabeza visible, el Pontífice Romano.

8. Santidad. Doctrina que refleja la santidad de DIOS.

9. Eficacia. Eficacia de doctrina en el poder de santificar creyentes e inspirarlos a grandes logros morales.

10. Santidad de Vida. Defensores representantes de la Iglesia.

11. La gloria de Milagros. Trabajados en la Iglesia y bajo el auspicio de la Iglesia.

12. El don de Profecía. Don encontrado entre los santos de la Iglesia y sus portavoces.

13. La Oposición que la Iglesia levanta entre aquellos que la atacan en los mismos terrenos que Cristo fuera atacado por Sus enemigos.

14. El Triste Fin de todos aquellos que luchan contra ella.

15. La Paz Temporal y Felicidad Terrenal. Todos aquellos que viven de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia y que defienden sus intereses.


VER MAS: http://youtu.be/WuyPqFkWG80

domingo, 16 de septiembre de 2012

Homilía del Papa en Beirut a los cristianos de Oriente Medio

16 de septiembre, 2012. (Romereports.com) Durante una intensa homilía ante 300 mil personas en el City Center Waterfront de Beirut, Benedicto XVI subrayó que “Jesús no se deja encerrar sólo en los atributos del libertador humano que muchos esperan”, que “seguir a Jesús exige actos concretos”, y que por eso los cristianos de Oriente Medio deben trabajar por la paz, “cada uno como pueda y donde se encuentre”.


HOMILÍA COMPLETA EN ESPAÑOL


Queridos hermanos y hermanas

«Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo» (Ef 1,3). Bendito sea en este día en el que tengo la alegría de estar aquí con vosotros, en el Líbano, para entregar a los obispos de la región la Exhortación apostólica postsinodal Ecclesia in Medio Oriente. Agradezco cordialmente a Su Beatitud Bechara Boutros Raï sus amables palabras de bienvenida. Saludo a los demás patriarcas y obispos de las iglesias orientales, a los obispos latinos de las regiones vecinas, así como a los cardenales y obispos procedentes de otros países. Os saludo a todos con gran afecto, queridos hermanos y hermanas del Líbano, así como a los de los países de toda esta querida región de Oriente Medio, que han venido para celebrar, con el Sucesor de Pedro, a Jesucristo crucificado, muerto y resucitado. Saludo con deferencia también al Presidente de la República y a las autoridades libanesas, a los responsables y miembros de otras tradiciones religiosas que han tenido a bien estar presentes aquí esta mañana.

En este domingo en el que Evangelio nos interroga sobre la verdadera identidad de Jesús, henos aquí con los discípulos por la senda que conduce a los pueblos de la región de Cesarea de Filipo. «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» (Mc 8,29), les preguntó Jesús. El momento elegido para plantear esta cuestión tiene un significado. Jesús se encuentra en un momento decisivo de su existencia. Sube hacia Jerusalén, hacia el lugar donde, por la cruz y la resurrección, se cumplirá el acontecimiento central de nuestra salvación. Jerusalén es también donde, al final de estos acontecimientos, nacerá la Iglesia. Y cuando, en ese momento decisivo, Jesús pregunta primero a sus seguidores: «¿Quién dice la gente que soy yo?» (Mc 8,27), las respuestas que le dan son muy diferentes: Juan el Bautista, Elías, un profeta. También hoy, como a lo largo de los siglos, aquellos, que de una u otra manera, han encontrado a Jesús en su camino, ofrecen sus respuestas. Éstas son aproximaciones que pueden permitir encontrar el camino de la verdad. Pero, aunque no sean necesariamente falsas, siguen siendo insuficientes, pues no llegan al corazón de la identidad de Jesús. Sólo quien se compromete a seguirlo en su camino, a vivir en comunión con él en la comunidad de los discípulos, puede tener un conocimiento verdadero. Entonces es cuando Pedro, que desde hacía algún tiempo había vivido con Jesús, dará su respuesta: «Tú eres el Mesías» (Mc 8,29). Respuesta acertada sin duda alguna, pero aún insuficiente, puesto que Jesús advirtió la necesidad de precisarla. Se percataba de que la gente podría utilizar esta respuesta para propósitos que no eran los suyos, para suscitar falsas esperanzas terrenas sobre él. Y no se deja encerrar sólo en los atributos del libertador humano que muchos esperan.

Al anunciar a sus discípulos que él deberá sufrir y ser ajusticiado antes de resucitar, Jesús quiere hacerles comprender quién es de verdad. Un Mesías sufriente, un Mesías servidor, no un libertador político todopoderoso. Él es siervo obediente a la voluntad de su Padre hasta entregar su vida. Es lo que anunciaba ya el profeta Isaías en la primera lectura. Así, Jesús va contra lo que muchos esperaban de él. Su afirmación sorprende e inquieta. Y eso explica la réplica y los reproches de Pedro, rechazando el sufrimiento y la muerte de su maestro. Jesús se muestra severo con él, y le hace comprender que quien quiera ser discípulo suyo, debe aceptar ser un servidor, como él mismo se ha hecho siervo.

Decidirse a seguir a Jesús, es tomar su Cruz para acompañarle en su camino, un camino arduo, que no es el del poder o el de la gloria terrena, sino el que lleva necesariamente a la renuncia de sí mismo, a perder su vida por Cristo y el Evangelio, para ganarla. Pues se nos asegura que este camino conduce a la resurrección, a la vida verdadera y definitiva con Dios. Optar por acompañar a Jesucristo, que se ha hecho siervo de todos, requiere una intimidad cada vez mayor con él, poniéndose a la escucha atenta de su Palabra, para descubrir en ella la inspiración de nuestras acciones. Al promulgar el Año de la fe, que comenzará el próximo 11 de octubre, he querido que todo fiel se comprometa de forma renovada en este camino de conversión del corazón. A lo largo de todo este año, os animo vivamente, pues, a profundizar vuestra reflexión sobre la fe, para que sea más consciente, y para fortalecer vuestra adhesión a Jesucristo y su evangelio.

Hermanos y hermanas, el camino por el que Jesús nos quiere llevar es un camino de esperanza para todos. La gloria de Jesús se revela en el momento en que, en su humanidad, él se manifiesta el más frágil, especialmente después de la encarnación y sobre la cruz. Así es como Dios muestra su amor, haciéndose siervo, entregándose por nosotros. ¿Acaso no es esto un misterio extraordinario, a veces difícil de admitir? El mismo apóstol Pedro lo comprenderá sólo más tarde.

En la segunda lectura, Santiago nos ha recordado cómo este seguir a Jesús, para ser auténtico, exige actos concretos: «Yo con mis obras, te mostraré la fe» (2,18). Servir es una exigencia imperativa para la Iglesia y, para los cristianos, el ser verdaderos servidores, a imagen de Jesús. El servicio es un elemento fundacional de la identidad de los discípulos de Cristo (cf. Jn 13,15-17). La vocación de la Iglesia y del cristiano es servir, como el Señor mismo lo ha hecho, gratuitamente y a todos, sin distinción. Por tanto, en un mundo donde la violencia no cesa de extender su rastro de muerte y destrucción, servir a la justicia y la paz es una urgencia, para comprometerse en aras de una sociedad fraterna, para fomentar la comunión. Queridos hermanos y hermanas, imploro particularmente al Señor que conceda a esta región de Oriente Medio servidores de la paz y la reconciliación, para que todos puedan vivir pacíficamente y con dignidad. Es un testimonio esencial que los cristianos deben dar aquí, en colaboración con todas las personas de buena voluntad. Os hago un llamamiento a todos a trabajar por la paz. Cada uno como pueda y allí dónde se encuentre.

El servicio debe entrar también en el corazón de la vida misma de la comunidad cristiana. Todo ministerio, todo cargo en la Iglesia, es ante todo un servicio a Dios y a los hermanos. Éste es el espíritu que debe reinar entre todos los bautizados, en particular con un compromiso efectivo para con los pobres, los marginados y los que sufren, para salvaguardar la dignidad inalienable de cada persona.

Queridos hermanos y hermanas que sufrís en el cuerpo o en el corazón, vuestro dolor no es inútil. Cristo servidor está cercano a todos los que sufren. Él está a vuestro lado. Que os encontréis en vuestro camino con hermanos y hermanas que manifiesten concretamente su presencia amorosa, que no os abandonará. Que Cristo os colme de esperanza.

Y todos vosotros, hermanos y hermanas, que habéis venido para participar en esta celebración, tratad de configuraros siempre con el Señor Jesús, con él, que se ha hecho servidor de todos para la vida del mundo. Que Dios bendiga al Líbano, que bendiga a todos los pueblos de esta querida región del Medio Oriente y les conceda el don de su paz. Amén.
  VER MAS: -Papa pide a los cristianos que trabajen personalmente por la paz en Oriente Medio: http://www.romereports.com/palio/papa-pide-a-los-cristianos-que-trabajen-personalmente-por-la-paz-en-oriente-medio-spanish-7713.html   -"Panis Angelicus" interpretado ante Benedicto XVI en Beirut: http://www.romereports.com/palio/panis-angelicus-interpretado-ante-benedicto-xvi-en-beirut-spanish-7716.html   -Papa deja el Líbano: "Gracias por vuestro acogida. Espero volver": http://www.romereports.com/palio/papa-deja-el-libano-gracias-por-vuestro-acogida-espero-volver-spanish-7719.html   -El avión del Papa ya está volando de regreso a Roma: http://www.romereports.com/palio/el-avion-del-papa-ya-esta-volando-de-regreso-a-roma-spanish-7720.html

sábado, 15 de septiembre de 2012

Discurso de Benedicto XVI a los jóvenes reunidos en vigilia de oración en la explanada frente al Patriarcado maronita de Bkerké

A vosotros gracia y paz abundantes por el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor» (2 P1,2). El pasaje de la carta de San Pedro que acabamos de escuchar expresa bien el gran deseo que llevo en el corazón desde hace mucho tiempo. Gracias por vuestra calurosa acogida, gracias de todo corazón por vuestra presencia tan numerosa esta tarde.


Agradezco a Su Beatitud el Patriarca Bechara Boutros Raï sus palabras de bienvenida, a Mons. Georges Bou Jaoudé, Arzobispo de Trípoli y Presidente del Consejo para el apostolado de los laicos en el Líbano, y a Monseñor Elie Hadda, Arzobispo de Sidón de los Griegos melquitas y Vicepresidente de dicho Consejo, así como a los dos jóvenes que me han saludado en nombre de todos vosotros. سَلامي أُعطيكُم (Mi paz os doy) (Jn 14,27), nos dice Jesucristo.



Queridos amigos, vosotros vivís hoy en esta parte del mundo que ha visto el nacimiento de Jesús y el desarrollo del cristianismo. Es un gran honor. Y es una llamada a la fidelidad, al amor por vuestra región, y especialmente a ser testigos y mensajeros de la alegría de Cristo, porque la fe transmitida por los Apóstoles lleva a la plena libertad y al gozo, como lo han mostrado tantos santos y beatos de este país. Su mensaje ilumina la Iglesia universal. Y puede seguir iluminando vuestras vidas. Entre los Apóstoles y los santos, muchos vivieron periodos difíciles, y su fe fue la fuente de su valor y de su testimonio. Que encontréis en su ejemplo e intercesión la inspiración y el apoyo que necesitáis.

Conozco las dificultades que tenéis en la vida cotidiana, debido a la falta de estabilidad y seguridad, al problema de encontrar trabajo o incluso al sentimiento de soledad y marginación. En un mundo en continuo movimiento, os enfrentáis a muchos y graves desafíos. Pero ni siquiera el desempleo y la precariedad deben incitaros a probar la «miel amarga» de la emigración, con el desarraigo y la separación en pos de un futuro incierto. Se trata de que vosotros seáis los artífices del futuro de vuestro país, y cumpláis con vuestro papel en la sociedad y en la Iglesia. Tenéis un lugar privilegiado en mi corazón y en toda la Iglesia, porque la Iglesia es siempre joven. La Iglesia confía en vosotros. Cuenta con vosotros. Sed jóvenes en la Iglesia. Sed jóvenes con la Iglesia. La Iglesia necesita vuestro entusiasmo y creatividad. La juventud es el momento en el que se aspira a grandes ideales, y el periodo en que se estudia para prepararse a una profesión y a un porvenir. Esto es importante y exige su tiempo. Buscad lo que es hermoso y gozad en hacer el bien. Dad testimonio de la grandeza y la dignidad de vuestro cuerpo, que es «para el Señor» (1 Co6,13b). Tened la delicadeza y la rectitud de los corazones puros. Como el beato Juan Pablo II, yo también os repito: «No tengáis miedo. Abrid las puertas de vuestro espíritu y vuestro corazón a Cristo». El encuentro con él «da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva» (Deus caritas est, 1). En él encontraréis la fuerza y el valor para avanzar en el camino de vuestra vida, superando así las dificultades y aflicciones. En él encontraréis la fuente de la alegría. Cristo os dice: سَلامي أُعطيكُم (Mi paz os doy). Aquí está la revolución que Cristo ha traído, la revolución del amor.

Las frustraciones que se presentan no os deben conducir a refugiaros en mundos paralelos como, entre otros, el de las drogas de cualquier tipo, o el de la tristeza de la pornografía. En cuanto a las redes sociales, son interesantes, pero pueden llevar fácilmente a una dependencia y a la confusión entre lo real y lo virtual. Buscad y vivid relaciones ricas de amistad verdadera y noble. Adoptad iniciativas que den sentido y raíces a vuestra existencia, luchando contra la superficialidad y el consumo fácil. También os acecha otra tentación, la del dinero, ese ídolo tirano que ciega hasta el punto de sofocar a la persona y su corazón. Los ejemplos que os rodean no siempre son los mejores. Muchos olvidan la afirmación de Cristo, cuando dice que no se puede servir a Dios y al dinero (cf. Lc 16,13). Buscad buenos maestros, maestros espirituales, que sepan indicaros la senda de la madurez, dejando lo ilusorio, lo llamativo y la mentira.



Sed portadores del amor de Cristo. ¿Cómo? Volviendo sin reservas a Dios, su Padre, que es la medida de lo justo, lo verdadero y lo bueno. Meditad la Palabra de Dios. Descubrid el interés y la actualidad del Evangelio. Orad. La oración, los sacramentos, son los medios seguros y eficaces para ser cristianos y vivir «arraigados y edificados en Cristo, afianzados en la fe» (Col 2,7). El Año de la fe que está para comenzar será una ocasión para descubrir el tesoro de la fe recibida en el bautismo. Podéis profundizar en su contenido estudiando el Catecismo, para que vuestra fe sea viva y vivida. Entonces os haréis testigos del amor de Cristo para los demás. En él, todos los hombres son nuestros hermanos. La fraternidad universal inaugurada por él en la cruz reviste de una luz resplandeciente y exigente la revolución del amor. «Amaos unos a otros como yo os he amado» (Jn13,35). En esto reside el testamento de Jesús y el signo del cristiano. Aquí está la verdadera revolución del amor.

Por tanto, Cristo os invita a hacer como él, a acoger sin reservas al otro, aunque pertenezca a otra cultura, religión o país. Hacerle sitio, respetarlo, ser bueno con él, nos hace siempre más ricos en humanidad y fuertes en la paz del Señor. Sé que muchos de vosotros participáis en diversas actividades promovidas por las parroquias, las escuelas, los movimientos o las asociaciones. Es hermoso trabajar con y para los demás. Vivir juntos momentos de amistad y alegría permite resistir a los gérmenes de división, que constantemente se han de combatir. La fraternidad es una anticipación del cielo. Y la vocación del discípulo de Cristo es ser «levadura» en la masa, como dice san Pablo: «Un poco de levadura hace fermentar toda la masa» (Ga 5,9). Sed los mensajeros del evangelio de la vida y de los valores de la vida. Resistid con valentía a aquello que la niega: el aborto, la violencia, el rechazo y desprecio del otro, la injusticia, la guerra. Así irradiaréis la paz en vuestro entorno. ¿Acaso no son a los «artífices de la paz» a quienes en definitiva más admiramos? ¿No es la paz ese bien precioso que toda la humanidad está buscando? Y, ¿no es un mundo de paz para nosotros y para los demás lo que deseamos en lo más profundo? سَلامي أُعطيكُم (Mi paz os doy), dice Jesús. Él no ha vencido el mal con otro mal, sino tomándolo sobre sí y aniquilándolo en la cruz mediante el amor vivido hasta el extremo. Descubrir de verdad el perdón y la misericordia de Dios, permite recomenzar siempre una nueva vida. No es fácil perdonar. Pero el perdón de Dios da la fuerza de la conversión y, a la vez, el gozo de perdonar. El perdón y la reconciliación son caminos de paz, y abren un futuro.

Queridos amigos, muchos de vosotros se preguntan ciertamente, de una forma más o menos consciente: ¿Qué espera Dios de mí? ¿Qué proyecto tiene para mí? ¿Querrá que anuncie al mundo la grandeza de su amor a través del sacerdocio, la vida consagrada o el matrimonio? ¿Me llamará Cristo a seguirlo más de cerca? Acoged confiadamente estos interrogantes. Tomaos un tiempo para pensar en ello y buscar la luz. Responded a la invitación poniéndoos cada día a disposición de Aquel que os llama a ser amigos suyos. Tratad de seguir de corazón y con generosidad a Cristo, que nos ha redimido por amor y entregado su vida por todos nosotros. Descubriréis una alegría y una plenitud inimaginable. Responder a la llamada que Cristo dirige a cada uno: éste es el secreto de la verdadera paz.

Ayer firmé la Exhortación Apostólica Ecclesia in Medio Oriente. Esta carta, queridos jóvenes, está destinada también a vosotros, como a todo el Pueblo de Dios. Leedla con atención y meditadla para ponerla en práctica. Para que os ayude, os recuerdo las palabras de san Pablo a los corintios: «Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todo el mundo. Es evidente que sois carta de Cristo, redactada por nuestro ministerio, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en las tablas de corazones de carne» (2 Co 3,2-3). También vosotros, queridos amigos, podéis ser una carta viva de Cristo. Esta carta no estará escrita con papel y lápiz. Será el testimonio de vuestra vida y de vuestra fe. Así, con ánimo y entusiasmo, haréis comprender a vuestro alrededor que Dios quiere la felicidad de todos sin distinción, y que los cristianos son sus servidores y testigos fieles.

Jóvenes libaneses, sois la esperanza y el futuro de vuestro país. Vosotros sois el Líbano, tierra de acogida, de convivencia, con una increíble capacidad de adaptación. Y, en estos momentos, no podemos olvidar a esos millones de personas que forman la diáspora libanesa, y que mantienen fuertes lazos con su país de origen. Jóvenes del Líbano, sed acogedores y abiertos, como Cristo os pide y como vuestro país os enseña.

Quiero saludar ahora a los jóvenes musulmanes que están con nosotros esta noche. Agradezco vuestra presencia que es tan importante. Vosotros sois, con los jóvenes cristianos, el futuro de este maravilloso País y de todo el Oriente Medio. Buscad construirlo juntos. Y cuando seáis adultos, continuad a vivir la concordia en la unidad con los cristianos. Porque la belleza del Líbano se encuentra en esta bella simbiosis. Es necesario que todo el Oriente Medio, viéndoles, comprenda que los musulmanes y los cristianos, el Islam y el Cristianismo, pueden vivir juntos sin odios, respetando las creencias de cada uno, para construir juntos una sociedad libre y humana.

He sabido además que están entre nosotros jóvenes venidos de Siria. Quiero deciros cuanto admiro vuestra valentía. Decid en vuestras casas, a vuestros familiares y amigos, que el Papa no os olvida. Decid en vuestro entorno que el Papa esta triste a causa de vuestros sufrimientos y lutos. Él no se olvida de Siria en sus oraciones y es una de sus preocupaciones. No se olvida de ninguno de los que sufren en Oriente Medio. Es el momento en que musulmanes y cristianos se unan para poner fin a la violencia y a la guerra. Para terminar, volvámonos a María, la Madre del Señor, Nuestra Señora del Líbano. Ella os protege y acompaña desde lo alto de la colina de Harissa, vela como madre por todos los libaneses y por tantos peregrinos que acuden de todas partes para encomendarle sus alegrías y sus penas. Esta tarde, confiamos a la Virgen María y al Beato Juan Pablo II, que me precedió aquí, vuestras vidas, las de todos los jóvenes del Líbano y de los países de la región, especialmente de los que sufren la violencia o la soledad, de los que necesitan consuelo. Que Dios os bendiga a todos. Y ahora, todos juntos, la imploramos: السّلامُ عَلَيكِ يا مَرْيَم… .
VER MAS EN:
http://www.romereports.com/palio/asi-es-un-campo-de-refugiados-en-el-libano-spanish-7672.html

http://www.romereports.com/palio/papa-a-los-cristianos-de-oriente-medio-no-tengais-miedo-responded-con-perdon-y-no-con-venganza-spanish-7698.html
http://www.romereports.com/palio/papa-en-libano-si-queremos-la-paz-tenemos-que-defender-la-vida-spanish-7702.html

http://www.romereports.com/palio/papa-a-jovenes-cristianos-y-musulmanes-de-libano-ejemplo-a-seguir-en-oriente-medio-spanish-7705.html

lunes, 10 de septiembre de 2012

Comunicado del Card. Bergoglio sobre la resolución para abortos no punibles

El arzobispo de Buenos aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, dio a conocer hoy un mensaje en el marco de la aprobación del protocolo para la actuación de profesionales del subsector estatal de la salud de la ciudad de Buenos Aires ante los casos de abortos no punibles (ANP) previstos en el artículo 86 incisos 1 y 2 del Código Penal.



El comunicado dice lo siguiente:

Ante la reglamentación del procedimiento sobre los casos de abortos no punibles (ANP) en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, percibimos una vez mas que se avanza deliberadamente en limitar y eliminar el valor supremo de la vida e ignorar los derechos de los niños por nacer. Al hablar de una madre embarazada hablamos de dos vidas; ambas deben ser preservadas y respetadas pues la vida es de un valor absoluto.

“La biología manifiesta de modo contundente a través del ADN, con la secuenciación del genoma humano, que desde el momento de la concepción existe una nueva vida humana que ha de ser tutelada jurídicamente. El derecho a la vida es el derecho humano fundamental.” (CEA. “No una vida sino dos”. 2011).

El aborto nunca es una solución. Debemos escuchar, acompañar y comprender desde nuestro lugar a fin de salvar las dos vidas: respetar al ser humano más pequeño e indefenso, adoptar medidas que pueden preservar su vida, permitir su nacimiento y luego ser creativos en la búsqueda de caminos que lo lleven a su pleno desarrollo.

Esta decisión que amplía la despenalización del aborto cediendo a la presión del fallo de la Corte Suprema de la Nación, la cual excediendo sus competencias exhortó a aprobar protocolos, afectando de esta manera la división de poderes y vulnerando el federalismo, tiene consecuencias jurídicas, culturales y éticas porque las leyes configuran la cultura de los pueblos y una legislación que no protege la vida favorece una “cultura de la muerte” (Evangelium vitae, n° 21).

Ante esta lamentable decisión hacemos un llamado a todas las partes involucradas, a los fieles y ciudadanos para que, en un clima de máximo respeto, adoptemos medidas positivas de promoción y protección de la madre y su niño en todos los casos, a favor siempre del derecho a la vida humana. +

domingo, 9 de septiembre de 2012

Mi viaje al Líbano se coloca bajo el signo de la paz...

“No podemos resignarnos a la violencia... mi viaje apostólico se coloca bajo el signo de la paz”, así se refirió el papa Benedicto XVI, -en su saludo en francés este medio día a los peregrinos durante el rezo del Angelus– sobre su próximo viaje apostólico al Líbano, destacando su alegría por los intensos días –del 14 al 16– en que encontrará al pueblo libanés, a las autoridades y a los cristianos de esta nación y de los pueblos vecinos.

“En los próximos días, dijo el Papa, voy a realizar un viaje apostólico al Líbano para firmar la Exhortación Apostólica post-sinodal, fruto de la Asamblea Especial para Medio Oriente del Sínodo de los Obispos, celebrado en octubre de 2010. No ignoro la situación, a menudo dramática que viven los habitantes de esa región, desgarrada desde hace tiempo por conflictos incesantes. Comprendo la angustia de los numerosos habitantes de Medio Oriente cotidianamente inmersos en sufrimientos de todo tipo, que afligen tristemente, y algunas veces mortalmente, su vida personal y familiar”.

“Mi preocupado pensamiento, agregó el Santo Padre, se dirige a los que, en búsqueda de un lugar de paz, abandonan su vida familiar y profesional y experimentan la precariedad de los exiliados”.

Y exhortó “aunque parezca difícil encontrar soluciones a los diversos problemas que afectan a la región, no podemos resignarnos a la violencia y a la exacerbación de las tensiones. El compromiso para impulsar el diálogo y la reconciliación tiene que ser una prioridad para todas las partes implicadas y debe ser sostenido por la comunidad internacional, cada vez más consciente de la importancia que tiene para el mundo entero, una paz estable y duradera en toda la región”.

“Mi viaje apostólico al Líbano, concluyó, y por extensión a Medio Oriente en su conjunto, se coloca bajo el signo de la paz, en referencia a las palabras de Cristo: "Les doy mi paz". ¡Qué Dios bendiga el Líbano y Medio Oriente Medio!”
La noche del 12 de septiembre, víspera de la llegada del Papa al Líbano, se realizará una vigilia islamo-cristiana para invocar la protección de Dios y de la Virgen María sobre la visita de Benedicto XVI. Cuatro procesiones de jóvenes saldrán desde cuatro lugares de Beirut para confluir en la plaza del Museo, en el lugar llamado Jardín de María. El encuentro que tiene por lema: ‘Juntos en la paz, en el amor, en la libertad y en la seguridad’, “será una fiesta nacional y popular, para mostrar a todo el mundo que el Líbano puede ser, también en este momento histórico, el país de la convivencia entre cristianos y musulmanes”, explicó a la agencia vaticana Fides el Padre Antoine Daou, secretario de la Comisión de la Conferencia Episcopal Libanesa para el diálogo con el Islam.

El papa Benedicto XVI llevará un regalo personal a los jóvenes del Líbano, se trata del catecismo youcat recientemente traducido al árabe. La entrega de los primeros 50.000 libros, -de unas 300 páginas y que da respuesta a 527 preguntas sobre la fe- se realizará durante el encuentro que el Santo Padre mantendrá con la juventud en su viaje apostólico al Líbano el 15 de septiembre. “Es el primer catecismo para jóvenes en árabe. Hasta ahora no había nada parecido. Se dirige a la juventud en el Líbano y en todo el Cercano Oriente. Esperamos que el catecismo contribuya a reforzar a los jóvenes en la fe”, declara con entusiasmo el padre Andrzej Halemba, responsable de Cercano Oriente y del mundo árabe en “Ayuda a la Iglesia Necesitada” (AIN), organismo que se hizo cargo de los costos de la impresión.

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jueves, 6 de septiembre de 2012

Se inició en el mundo lésbico con 15 años... pero Dios la ayudó

Se llama Doreena Paz, tiene 34 años, y hoy es una mujer muy distinta a la de hace 20 años. Cuenta en exclusiva para Religión en Libertad su inicio en el mundo lésbico con tan sólo 15 años y todo lo que ha vivido en el llamado mundo gay.


Hoy, después de realizar una terapia reparativa para sanar sus heridas emocionales, está a punto de casarse con un hombre. Éste es su impresionante testimonio:

Muchas preguntas sin respuesta desde niña

«Mis recuerdos lésbicos comienzan ya a los 5 años. Recuerdo que me gustaba una vecinita de mi misma edad en aquel entonces y también me gustaban algunas nenas de mi barrio. La situación se extendió también para mis compañeras de escuela, con las maestras de turno.
»Fui criada la mayor parte de mi infancia en un colegio católico. Y si bien en mi hogar había problemas matrimoniales de mis padres, eso no me creaba conflictos con Dios.

»Fue al llegar a los 11 años cuando descubrí que me gustaban las mujeres. Pero lo confirmé recién al llegar a los 14 años. Tuve una crisis religiosa y de identidad bastante importante. Mis pensamientos iban y venían tratando de entender cómo era posible que yo naciera así, puesto que mis recuerdos de lesbiana eran de una edad muy tierna.

Aparece la depresión

»No lograba resolver el conflicto. Para colmo, mis padres peleaban con una violencia sostenida casi todos los días. Pasaba mis días encerrada en mi habitación pensando en lo que me pasaba, de que si sólo a mi me pasaba lo que sentía, cuestionando a Dios hasta extenuarme. Mis notas se estampillaron. Era visible que padecía una depresión cósmica. Me acuerdo que se llamó a mis padres y les hablaron. Pero nadie tenía idea de lo que me pasaba. Le había insinuado algo a mi madre a los 12 años, pero ella pensó que se trataba de algo pasajero. Yo sufrí por meses en silencio, recluida en mi cuarto.

El psicólogo y la "variedad sexual"

»Hasta que me llevaron al psicólogo, por supuesto. Y el psicólogo, siguiendo la línea de todos los métodos psicológicos actuales, me dijo que lo que yo tenía era una "variedad sexual”, que era como una lámpara al revés, que seguía iluminando (no comprendo por qué mi sentido común no me dijo que ese ejemplo no era aplicable a todos los objetos: por decir, una olla al revés no sirve para olla). Y yo le creí. Y me sentí libre.
Después de eso pasé mi tiempo debatiéndome qué debía hacer. Me había enamorado de una compañera de la escuela. Y ella no iba a acceder a mí. Además, no tenía idea de cómo hacerlo.

Carácter masculino

»Cumplí 15 años. Y a mí se me hacía que ya era demasiado tiempo sin probar “el amor”. Además, podía sentir que mi personalidad se configuraba al carácter masculino: la audacia, la arrogancia, la palabra fácil, la temeridad, el pensar sólo en sexo...
»Claro que nadie podía decirme que era sólo un tierno pollito, tan vulnerable como cualquier niña de 15 años. Y que además era bastante ingenua e inocente.

Antros gays-lésbicos

»Les mentía a mis padres acerca de mis salidas. Y dado mis rasgos físicos y robustez, fue fácil que pudiera entrar en antros gays-lésbicos. En aquella época se los mezclaba a todos en la misma bolsa, no como ahora que van separados.
»Yo ni siquiera había ido a una disco “normal”. No tenía idea de cómo eran. Y nunca había sido de andar mucho fuera de casa. Así que ir a esos lugares fue como lanzarme al vacio sin alas…
»Era notorio cómo yo podía ir tranquilamente a esos lugares sin que ni siquiera me pidieran el documento. Es más, al hacer las averiguaciones para dar con alguna disco alternativa, no tuve ningún problema. Me facilitaron el dato con un par de preguntas a personas concretas.

"Ella 30 años... y yo con 15"

»Así fue como conocí a Martina. Ella tenía 30 años. Y yo 15, con todo lo que eso significa. Antes de eso había bailado con otras, pero no me atreví a nada más. Me sentía como un pez pequeño en medio de tiburones. Intuía cosas malas. Pero Martina parecía ser buena. De hecho, ella misma me advirtió que tuviera cuidado de otras, que sólo querían fiesta…

Con 15 años y viviendo con Martina

»La situación en mi casa se tornó insostenible. Y yo, a mis 15 años, cargaba con una ingenuidad cercana a la estupidez; agarré mis cosas y me fui sin más, a vivir con Martina.
»Pero Martina no era tan buena como yo creía. Tenía un verdadero problema con el alcoholismo. Además tenía un amigo entrometido que no me caía bien para nada. Además Martina era celosísima. Con esos celos que te golpean y lastiman.

Una relación al borde del sadomasoquismo

»Yo pensaba que así era el amor entre mujeres. Es lo que me decía Martina. Pero mi relación con ella bordeó el sadomasoquismo. Y yo me fui distanciando más.
Caminaba por las calles pidiendo ayuda a Dios. No tenía quien más me ayudase. No sabía ni siquiera si me iba a ayudar. Me sentía muy por debajo de ser tan siquiera una criatura de Dios. Pero también en aquella época creía que Dios perdonaba cualquier cosa y que al fin y al cabo amar no podía ser pecado, aunque fuera amar a otra mujer. Yo sólo sabía que no tenía a quién más pedirle ayuda. Yo estaba aterrorizada. Todos los días vivía sin saber si viviría al otro dia. Me alimentaba de miedo y lágrimas. Era una tortura en todos los ámbitos: física, emocional, espiritual…


Con 17 años y sin ganas de vivir...
De pronto, a los 17 años, me sentía envejecida, sin ganas de vivir, enamorada pero con intensas ganas de separarme. Estaba cansada de tener marcas de golpes, de ocultarlos cuando iba a visitar a mis padres. También crecía en mí una rabia intensa por todo lo que me pasaba.
»Dos años y medio habían pasado y un día tuvimos una pelea bastante fuerte. Nos fuimos a las manos y luego ya fue con cuchillos el asunto. En un momento dado logré abatirla y en el ínterin escapé. Nunca volví a verla. Me fui con lo que llevaba encima.

Mucho sexo y sólo sexo, nada de amor...
»Volví con mis padres por un tiempo. Ya estaba emancipadísima para entonces. Luego nos mudamos a otra ciudad. Ya en aquel tiempo yo estaba bien rebelde con Dios, por todo lo que me había pasado, a pesar de que había logrado salir ilesa. Me prometí ser cínica con las mujeres y que mi vida sería sólo sexo.

»Muy pronto me descarrilé en gran desenfreno, saltando de mujer en mujer. Entre el alcohol y las drogas. Además me gustaba el “ambiente gay-lésbico”. Me habitué a los shows que se realizaban, de travestis y transformistas, del sexo casual en el mismo local bailable, de ese grupo de gente que te metía otra cultura en la cabeza: “Algún día habrá casamientos entre hombres y entre mujeres”; “Ya sentirán los heteros lo que es sentirse discriminados”; "¿Y por qué no podemos tener un hijo, con lo avanzada que está la ciencia, o cobrar una pensión o tener asignaciones familiares? ¿Es que ellos –los heterosexuales- se creen más que nosotros?”; “Hoy se burlan de nosotros. Mañana nos burlaremos de sus hijos”.

»“¿Por qué tenemos que estar sufriendo en nuestra adolescencia como si fuéramos una degeneración de la naturaleza?; ¿Por qué no hay psicólogos para nosotros que nos asesoren y nos alienten en lugar de que alcancemos un grado de depresión tal que nos queramos suicidar por el sólo hecho de ser gay?; ¿Por qué no salimos del armario ya en la misma escuela y poder ser libres sin sentirnos discriminados ni que nos golpeen por el hecho de ser gays?”.

»Y así, con todo lo que nos decían, veíamos a una pareja normal caminando con sus hijos por la calle y era rabia y envidia pura lo que se sentía. Algunos, a la salida de la disco, al ver alguna pareja de enamorados normales se exhibían aún más en modales, tirando besos y provocando; sobre todo al varón.
»Y así, sin bombo ni platillos, sin libros y sin protestas, te llenaban el corazón de una revolución con los colores del arcoiris; música electrónica y festivales rave.

"Volvía a casa con el corazón vacío..."

»A pesar de todo esto, no corrí tras ninguna manifestación, ni participé de ninguna marcha. Me gustaba ser solitaria. No tenía muchos amigos tampoco. Y por cada vez que salía sólo para arrancar a la noche algún cuerpo sediento, volvía a mi casa con el corazón vacio. En ese tiempo me dio por empezar a vestirme de negro.



"Me sentía sola"

»Yo vivía sola para entonces (aunque hubo un tiempo que viví con una amiga, casi una hermana para mí). Y de camino a mi casa pasaba por una iglesia antigua. A veces me sentaba en el umbral, delante de las rejas…con más preguntas en mi corazón… que mi alma no se atrevía a formular. ¿Por qué no era feliz? ¿Por qué sentía que todo estaba mal si me decían que todo iba a cambiar, que seríamos libres al fin? Me sentía profundamente sola. Tenía 19 años.



Una boda con otra mujer

»Entonces conocí a Erika. Y Erika tenía una niña llamada Julieta. A mí me resultó como raro, diferente, conocerlas. Fue, no sé, encontrar la calidez de un hogar luego de tanto frío y cinismo. Pronto nos pusimos de novias y a los meses celebramos una pequeña boda entre amigos. Tras sendos anillos y promesas mutuas, nos fuimos a vivir juntas, las tres.



Niñera y sirvienta de la casa

»Todo fue de maravilla los primeros 12 meses. Pero comenzó a suceder algo. Yo, además de nuestros amigos en común, homosexuales también, no era nada para el resto de sus amigos y conocidos normales. A través de los niños supe que para algunas mamás de las compañeritas de escuela de Julieta, que a la sazón tenía 8 años, era la sirvienta de la casa, en el mejor de los caso, la niñera cama adentro. Eso me fastidió bastante. Yo necesitaba que se me reconociera abiertamente, en sociedad... Lo peor es que Erika se tomó al pie de la letra el mote y pronto me vi siendo una ama de casa completa, niñera incluida. Pero yo amaba muchísimo a la niña. Pero sentía en mí la necesidad de ser madre. Y no sabía cómo resolver ese asunto sin serle infiel a mi pareja. Y no entendía mucho eso de la fertilización asistida.



"Mi alma me pedía un cambio"

»Yo sentía que en mi relación con Erika comenzaba a haber grietas. Ella tenía 30 años y una niña de soltera. Y yo tenía 20 años y ni siquiera sabía qué iba a ser de mi futuro. Quería continuar estudiando. Mi vida no tenía que ser sólo lesbiana y de tener que oír hablar de revolucionar el mundo, de tener que escuchar siempre la misma conversación, casi cíclica, sobre cosas inmanentes, de chismerío barato y pellejería de farándula. Mi intelecto me pedía a gritos un cambio de tema. Y mi alma, ni hablar.



Amor trivial en el mundo homosexual

»Para el año siguiente decidí cortar la relación. Para ser sirvienta y niñera, mejor que me pagaran. Pero no podía irme. Me faltaba un año para terminar algunos cursos que había hecho. Y no tenía a dónde ir. Fue un tormento vivir bajo el mismo techo, sentir todo el desamor de quien fue mi pareja. No podía creer que el amor fuera tan trivial en el mundo homosexual. Sentía una desilusión enorme. Podía sentir que todo lo que yo pensaba se destruía a mí alrededor, llenándome de terribles preguntas.



La falta de un padre para la niña

»Julieta no conocía a su papá. Y yo, que además no interpretaba un papel muy masculino que digamos en la relación, no llegaba ni cerca a serlo. Pero cuando no estaba su madre, cada tanto le agarraba una tristeza enorme, que sólo yo sabía: ella extrañaba terriblemente a su padre. A un padre que no conocía. Y una tarde, esa tristeza fue tanta, que su cuerpito se convulsionaba de pena, sollozaba como para partir mil corazones, llamando a su padre. Y se durmió así en mis brazos.



Los niños necesitan de un papá y de una mamá

»Entonces, una frase se apoderó de mi cabeza, como si un elefante enorme entrara a una habitación, aplastándome contra las paredes: ESTO ESTÁ MAL. Los niños necesitan un papá y una mamá. Y esto es así, le guste a quien le guste. TODO ESTÁ MAL. La homosexualidad está mal.



Separación y salida de casa

»Ya me quedaban un par de meses para terminar los cursos. Con Erika comencé a discutir muchísimo. Y al final terminó echándome de su casa. Tuvimos un conflicto de bienes. Fue una separación muy problemática, que tardó en resolverse. Y yo la lloré por 5 largos años, a pesar de ser yo misma la que había cortado la relación.



La atracción sexual

»Volví a cambiarme de ciudad. Me fui a un pueblo tranquilo. Mis padres ya vivían allí hace muchos años. Me sentía cansada de la vida. Todo me parecía vano, sin sentido. Sentí que había perdido mis años en algo que evidentemente no podía terminar bien. Me refugié en el hogar de mis padres, esperando encontrar el sosiego que necesitaba. Pero también tiraba con fuerza en mí la necesidad sexual. Aún amaba a Erika, pero no podía deshacerme de la necesidad sexual… Y volví a ir a una disco gay. Pero ya no era igual. Algo había muerto en mí. Y sentí que ya no debía volver a frecuentar ese ambiente.



Una vuelta al espíritu

»Comencé a leer la Biblia (mi madre tenía una). La leí y repasé varias veces. Y sentía que ahí había algo... en las palabras que leía, mi alma quedaba saciada. Vi orden en todo lo que se decía, nada era al azar. Todo estaba bajo la Divina Providencia. Y me pareció perfecto.

Comencé entonces a ir a la Iglesia. Me confesé y de ahí en más fui todos los domingos a Misa y participaba de las actividades parroquiales. La gracia actuaba sobre mí. Ingresé en la universidad y comencé una carrera.



Vuelta a la vida anterior

»Pero cometí un error. Continué mi relación, en amistad, con Erika, epistolarmente. Y un día fui a visitarla. Y caí en los brazos de la lujuria.



»Para entonces tenía 25 años. Y para mí fue un golpe muy bajo. Sentí que no había remedio para mi lesbianismo. Tiré todo por la borda. Apostaté alevosamente. Volví a descarriarme terriblemente, en un desenfreno peor que el anterior. Ya no involucraba sólo a mujeres, sino hombres también. Crucé límites que nunca soñé. Mi alma se volvió una gran sombra oscura, junto con mi indumentaria.



Un abuso...

»Entonces pasó algo terrible. Me traicionaron. Abusaron de mí. Esa noche sentí que había muerto. Tardé mucho tiempo en sobreponerme. Al final del año, mi alma era una sola lágrima. Definitivamente no podía volver. Ese mundo no era para mí. Me sentía devastada. También sabía que el fantasma lésbico estaba muy vivo en mí. ¿Cómo podría hacer frente a eso?



... y una gracia especial

»Supongo que recibí una gracia especial, que me hizo tener una enorme fe en Dios, de que yo podría cambiar. Le pedí a Dios que me curara, que me ayudara a ser una mujer de verdad. Que si Él hizo el Universo, ¿por qué no podía volver a hacerme de nuevo? Tomé una decisión y me determiné a cambiar.



»Me alejé de todos, corté todo tipo de contacto con el ambiente homosexual. Me dediqué al estudio de la vida de los santos, de la doctrina y la teología. Continúe mi carrera como pude, hasta que, por razones de salud, tuve que abandonarla.



Comienza la terapia reparativa

»Dos años más tarde, poco más, me metí dentro de un grupo de terapia reparativa para sanar la homosexualidad.



»Fui dando pequeños pasos, lentos, pero seguros... A los 30 años logré ponerme de novia por primera vez con un hombre, Horacio. Las cosas, desgraciadamente no funcionaron y al cabo de año y medio tuvimos que cortar. Luego conocí a otro muchacho, Demián, que vivía en una ciudad distante. Ese noviazgo fue corto. Él resolvió que no congeniábamos. Y me rompió el corazón.

Hasta tuve una crisis de fe por eso. Y estuve casi dos años muy triste. Continué rezando dolorosamente, a pesar de que no veía que las cosas mejoraran... Ese dolor sirvió para que se alejara de mí una enorme proporción del lesbianismo, quedando en mí residuos del vicio. Ya no tengo ningún interés de tener una relación lésbica ni afectiva ni mucho menos sexual con una mujer.

En paz con Dios y en capilla
»Actualmente mi salud ya no es lo que era. Estoy mucho más calmada y sosegada. Ya no me siento vacía. Me siento en paz con Dios. Estoy de novia con alguien que me quiere mucho y, si Dios quiere, pensamos casarnos. Sé que perdí muchos años de mi vida, pero aún no es tarde… Dios va delante… Siempre adelante, nunca perdiendo la esperanza...».

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Misionero que tradujo la Biblia al chino, próximo a los altares

El venerable Fray Gabriele Maria Allegra OFM, fundador del Studium Biblicum Franciscanum, será proclamado beato el 29 de septiembre en Acireale, Sicilia (Italia), su tierra natal. El misionero franciscano es conocido por su primera traducción en chino de la Sagrada Escritura. La Casa Generalicia y la provincia siciliana de la Orden Franciscana anunciaron oficialmente la noticia de la beatificación en la solemnidad de la Asunción de María.

“La mejor manera de rendir homenaje al nuevo beato no es solamente la de hacer venir una reliquia suya a Hong Kong, sino la de comprometerse a profundizar la Sagrada Escritura”, expresó el padre Joseph Ha OFM, Superior provincial de la provincia china franciscana.

En ocasión de la beatificación, la diócesis de Hong Kong programó dos encuentros de oración, el 29 de septiembre y el 14 de octubre.

El padre Gabriele Maria Allegra nació el 26 de diciembre de 1907, entró al seminario franciscano de San Biagio en Arcireale en 1918.

Novicio en 1923, tres años más tarde fue enviado al Antonianum de Roma para el estudio de la teología, tiempo en que llegó a la idea de una traducción en chino de la Biblia. Ordenado sacerdote en 1930, el año siguiente fue enviado en misión a China.

Después de haber estudiado el chino, comenzó en 1935 la traducción en chino del Antiguo Testamento a partir del arameo, y lo terminó en 1944. Desgraciadamente, perdió más de la mitad del texto traducido durante las vicisitudes de la guerra. Sin embargo, no se desanimó, al contrario, llamó a diferentes hermanos en religión, chinos, para que lo ayudaran.

En 1945 fundó en Pekín el Studium Biblicum Franciscanum, transferido a Hong Kong en 1948. Después de haber completado la traducción del Antiguo Testamento en 1952, fue a Tierra Santa junto con sus hermanos en religión, para un curso de formación permanente.

Regresó a Hong Kong en 1955, y se dedicó a traducir el Nuevo Testamento a partir del griego. En 1968, el Studium Biblicum Franciscanum publicó por primera vez en la historia, la Biblia en chino (Antiguo y Nuevo Testamento).

El Padre Allegra murió en Hong Kong en 1976. En 1994, concluida positivamente la fase diocesana del proceso de beatificación con el reconocimiento de sus virtudes heroicas, fue proclamado venerable. El 23 de abril de 2002 fue promulgado el decreto sobre un milagro atribuido a su intercesión. El 29 de septiembre de 2012 será beatificado en Acireale, en la Basílica catedral de la Anunciación de María Santísima.+

martes, 4 de septiembre de 2012

En el Año de la Fe, impregnar la cultura de valores cristianos

Carta pastoral de monseñor Agustín Roberto Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luján, con motivo de la apertura del año de la fe (agosto de 2012)

Queridos hermanos:
Como sabemos, el 11 de octubre de 2012 iniciaremos con toda la iglesia, convocados por el Papa Benedicto XVI, el AÑO DE LA FE. Es una invitación conmemorativa de los cincuenta años de la apertura de “la gran gracia de la que la Iglesia se ha beneficiado en el siglo XX. (…) una brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza”(1): el Concilio Ecuménico Vaticano II (1963 -1965), también los veinte años de la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, señalado por el Papa como un “subsidio preciosos e indispensable…uno de los frutos más importantes del Concilio Vaticano II”(2). Este año de la fe culminará el 24 de noviembre de 2013, Solemnidad de Cristo Rey del Universo.

Nos llama el Papa Benedicto en su carta apostólica Porta Fidei, a adquirir una exacta conciencia de la fe, para reanimarla, purificarla, confirmarla y confesarla.
Será necesario releer o bien leer y trabajar los documentos del Concilio, especialmente las cuatro Constituciones, (Constitución sobre la Iglesia Lumen Gentium; Constitución sobre la Divina Revelación Dei Verbum; Constitución sobre la Liturgia Sacrosantum Concilium y la Constitución sobre la relación de la Iglesia y el mundo Gaudium et Spes) pilares donde se apoyan los demás documentos: Decretos y declaraciones. Son textos que “han de ser leídos de manera apropiada y que sean conocidos y asimilados como textos cualificados y normativos del magisterio dentro de la Tradición de la iglesia”
(3).
El Catecismo, por su parte ha sido declarado por Juan Pablo II como “regla segura para la enseñanza de la fe y como instrumento válido y legítimo al servicio de la comunión eclesial”(4). Aquí se encuentran de manera sistemática y orgánica los contenidos fundamentales de la fe y se entrega toda la riqueza de la Iglesia que ha recibido, custodiado y ofrecido en sus dos mil años de historia.

Lo más importante será descubrir que la fe no es un contenido intelectual, no es una teoría, sino el encuentro con una persona, que vive en la iglesia (Jesucristo) y que, a la profesión de fe (credo) sigue la explicación de la vida sacramental, ya que sin la Liturgia y los Sacramentos “la profesión de fe no tendría eficacia, pues carecería de la Gracia que sostiene el testimonio de los cristianos. Del mismo modo –concluye el Papa- la enseñanza sobre la vida moral adquiere su pleno sentido cuando se pone en relación con la fe, la liturgia y la oración”(5).

Muchas veces el Papa recurre a la metáfora del camino: la fe como camino y el camino de la fe, pero antes del camino está la puerta, de allí el nombre de la declaración de convocatoria: la Puerta de la Fe Porta Fidei (cfr. Hch 14,27). La fe es, por una parte, adhesión a los contenidos recibidos por la Revelación Divina, que nos transmite la Iglesia y se viven en ella y, por otra parte se apoya en la confianza absoluta en el testimonio divino, que no engaña (le creemos). La teología habla de “creer que” y “creer en”, la fe objetiva y la fe subjetiva.

La fe no es tampoco un acto privado, para vivirla de manera individual, sino que exige de por sí una responsabilidad social de lo que se cree, una dimensión pública donde se profesa y se manifiesta esta fe. Desde este punto de vista podemos constatar en nuestro país, que se declara en su inmensa mayoría cristiano, una contradicción: la generalidad sostiene tener fe cristiana y católica, pero a su vez, los valores de la fe son ignorados, negados y hasta combatidos por quienes se llaman cristianos: no se ha llegado a impregnar la cultura con los valores cristianos. Esto hace más necesario un replanteo, una nueva evangelización, una misión permanente, volver a predicar la fe sin dar nada por supuesto.

El testimonio de caridad, que pone por obra la fe, será el signo más elocuente para que otros crean. La fe se demuestra en las obras de amor hacia los demás. (Cfr. Sant. 2,14 -18).

La fe es un acto personal y comunitario: es un don de Dios, para vivirlo en la gran comunión de la iglesia y comunicarlo al mundo, como discípulos misioneros de Aquel que da inicio y lleva a término la obra.
Como familia arquidiocesana daremos comienzo solemne a este año de la fe con la celebración de la Santa Misa en la Basílica Catedral Nuestra Señora de las Mercedes el día 8 de septiembre a las 17:00 hs., coronando el encuentro de agentes de pastoral. También el mismo 11 de octubre, en cada parroquia se hará una apertura con toda la comunidad y a lo largo del año habrá diversas iniciativas que nos ayudarán a profundizar en este gran regalo del Señor.

Tendremos que dedicar tiempo para organizar eventos parroquiales, encuentros de formación, catequesis, trabajos en colegios e instituciones, programas en los MCS, publicaciones, etc., presentando la belleza de la fe. Podemos aprovechar los momentos fuertes de la liturgia, en modo especial la Navidad, la Pascua, las fiestas Patronales, otras celebraciones populares para abrir espacios de diálogo, estudios, asunción de compromisos. Serán oportunos testimonios claros y concretos (¿por qué no personas conocidas en nuestras comunidades?, o bien vidas de santos, especialmente contemporáneos).

Recordemos, como nos señalan los obispos en Orientaciones Pastorales para el trienio 2012 -2014, el estilo pastoral que debe animarnos: la alegría, el entusiasmo y la cercanía (cfr. Cap. III) ya que se trata de manifestar a Jesucristo. “Conocerlo es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida y darlo a conocer con nuestras palabras y obras es nuestro gozo”(6).

Pidamos al Señor Jesús, por intercesión de nuestra Madre, la Virgen de Luján, que nos aumente la fe, nos de la Gracia de perseverar y la valentía para comunicarla.

Mons. Agustín Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luján

lunes, 3 de septiembre de 2012

Septiembre: Mes de la Biblia

Iniciamos el mes de la Biblia en recuerdo de san Jerónimo quién fuera su primer traductor al lenguaje vulgar, entonces era el latín, cuya Fiesta celebramos el 30 de septiembre. No estamos ante un libro que una vez que lo hemos leído deja de tener interés. En su lectura nos encontramos con la Palabra de Dios que tiene una actualidad permanente, porque fue dicha para todos los hombres y de todos los tiempos. No se trata de un libro de historia para conocer el pasado, sino de una palabra que ha sido dicha para mí y me tiene, por lo mismo, como destinatario.

Descubrirnos en esta relación única y personal con la Palabra de Dios es un camino de Vida Nueva. Si la vida cristiana nace del encuentro con Jesucristo, la Biblia, en cuanto nos trasmite su Palabra, es el primer lugar de encuentro con él. Cuando ella llega a un corazón abierto comienza un diálogo único de amor que nos enriquece, y en nuestra respuesta ella se hace oración. ¡Qué importante es acostumbrarnos a rezar con la Palabra de Dios!



Esta Palabra, con la que Dios fue acompañando a su pueblo, alcanzó su plenitud de entrega y revelación en su propio Hijo, Jesucristo. Así, nos lo dice la misma Sagrada Escritura: “Después de haber hablado antiguamente a nuestros padres por medio de los Profetas, en muchas ocasiones y de diversas manera, ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo” (Heb. 1, 1).
Este hecho es el que marca un antes y un después en la historia de la relación de Dios con el hombre. Es él quien ha tomado la iniciativa, por ello, para encontrarnos con él ya conocemos el camino.
Esto es lo que nos dice Aparecida cuando afirma que las Sagradas Escrituras son el primer lugar de encuentro con Jesucristo: “Desconocer la Escritura es desconocer a Jesucristo y renunciar a anunciarlo” (Ap. 247). No tenemos, por ello, que estar a la espera de nuevas revelaciones de Dios, en Jesucristo nos ha dicho todo. Será la obra del Espíritu Santo hacernos conocer cada día más el sentido de esta Palabra y disponer nuestro espíritu para hacerla una realidad viva en nosotros.

Esta riqueza de la Palabra de Dios la Iglesia la vive con gratitud, pero con el compromiso de anunciarla. No es una Palabra para tenerla guardada sino para predicarla. En este sentido es muy claro el lema que este año nos propone el Departamento de Pastoral Bíblica del Episcopado, tomado de la misma Escritura: “¡Qué la Palabra del Señor siga propagándose y sea glorificada!” (2 Tes. 3, 1). Lo que no se vive y comunica se termina perdiendo. Una Iglesia, o un cristiano, que no viva la urgencia y la alegría de comunicar la Palabra de Dios, no ha comprendido su vocación.
Si cabe la expresión diría que han privatizado su fe y se han apropiado de la Palabra. Somos servidores, no dueños.
La Palabra es el don que hemos recibido, nos corresponde la tarea de anunciarla. No somos, por otra parte, una élite de elegidos, sino hijos de Dios llamados a ser “discípulos y misioneros” del Señor al servicio de nuestros hermanos.
Deseando que este Mes de la Biblia sea una ocasión para acercarnos con un corazón de discípulos a la Palabra de Dios, les hago llegar junto a mi afecto y oraciones, mi bendición en el Señor.

Mons. José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

Texto del micro radial de monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, emitido por LT 9 (1 de septiembre de 2012)