El funcionario sudanés del Ministerio de Exteriores, Abdullahi Alzareg, indicó que su país respetará la libertad religiosa y que ofrecerá protección a la joven madre que hace nos días dio a luz a una hija a quien puso por nombre Maya.
Sin embargo, el esposo de Meriam, Daniel Wani, dijo este domingo a la BBC que los informes de prensa que sugerían la liberación de su esposa son rumores y que aún espera la decisión de un tribunal al pedido de apelación formulado por la defensa de Meriam.
Siguiendo la legislación sudanesa, la pena de muerte que pesa sobre
la joven no se aplicaría hasta dentro de dos años, cuando termine el
periodo de lactancia de la hija, explica Efe.
En declaraciones a la prensa, Daniel contó que hace unos días,
durante el parto, las autoridades penitenciarias “mantuvieron una cadena
en sus piernas. Ella está muy molesta por eso”.
Tras el parto, a Daniel le negaron el permiso de ver a su hija recién
nacida, pero finalmente pudo hacerlo al día siguiente, junto al abogado
de Meriam. Entonces, el letrado pudo retirarle las cadenas puestas en
las piernas de la mujer sudanesa.
Daniel aseguró además que “fue maravilloso ver a mi bebé. Estoy muy feliz”.
Meriam, de 27 años, fue condenada a muerte tras ser acusada de
renunciar al Islam por tres personas que fraudulentamente aseguraron ser
sus hermanos y su madre. La joven asegura ser cristiana, y haber sido
criada como tal por su verdadera y fallecida madre, luego de que su
padre musulmán las abandonara cuando ella tenía solo 6 años.
Las autoridades islámicas la condenaron además a 100 latigazos por el delito de adulterio, pues su matrimonio con Daniel Wani no es reconocido como tal bajo la ley musulmana.
Tras ser advertida por un religioso musulmán del peligro para su vida y luego de habérsele ofrecido volver al Islam, Meriam aseguró que "soy cristiana y seguiré siendo cristiana".
En una de las visitas que realizó Daniel a la prisión, Meriam le dijo
que “me rehúso a cambiar. No voy a renunciar al cristianismo solo para
que pueda vivir. Sé que podría seguir viva convirtiéndome en musulmana y
sería capaz de velar por nuestra familia, pero necesito ser honesta conmigo misma”.
Meriam se encuentra encarcelada junto a su hijo mayor Martin, de casi
dos años. Las autoridades no quisieron entregar al menor a Daniel, ya
que consideran que el niño también es musulmán.
A través de la plataforma CitizenGO, se ha presentado una campaña
exigiendo la liberación de Meriam, y hasta el momento se han conseguido
más de 239 mil firmas. Para firmar, puede ingresar a: http://www.citizengo.org/es/7539-liberen-meriam
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