Con nuestras acciones seamos reflejo de la Trinidad
(RV).- (Actualizado con
audio) La Plaza de San Pedro volvió a acoger este domingo a miles de fieles
romanos y peregrinos de Italia y todo el mundo para el rezo del Ángelus con el
Santo Padre. Puntualmente al mediodía Francisco se asomó a la ventana del
apartamento pontificio. El Obispo de Roma centró su breve alocución en la
solemnidad de la Santísima Trinidad, “comunión profunda y de amor perfecto”,
origen y meta de toda criatura. El Papa nos recordó que estamos llamados a
testimoniar y a anunciar el mensaje que “Dios es amor”. El dinamismo de la
Trinidad es un dinamismo de amor, de comunión, de servicio recíproco, de
compartir, notó el Santo Padre, resaltando que “una persona que ama a los demás
por la alegría misma de amar es reflejo de la Trinidad. Una familia en la que se
ama y se ayudan unos a otros es un reflejo de la Trinidad. Una parroquia en la
que se quiere y se comparte los bienes espirituales y materiales es un reflejo
de la Trinidad”. (RC-RV)
Palabras del Papa antes del rezo del Ángelus
(Audio)
Queridos hermanos y
hermanas, ¡buenos días!
Hoy celebramos la solemnidad de la Santísima
Trinidad, que presenta a nuestra contemplación y adoración la vida divina del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo: una vida de comunión y de amor perfecto,
origen y meta de todo el universo y de toda criatura ¡Dios! En la Trinidad
reconocemos también el modelo de la Iglesia, en la que estamos llamados a
amarnos como Jesús nos ha amado. Y el amor es señal concreta que manifiesta la
fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y el amor es el distintivo del
cristiano, como nos ha dicho Jesús: "En esto todos reconocerán que ustedes son
mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros" (Jn 13,35). Es
una contradicción pensar en cristianos que se odian ¡Es una contradicción! Y
esto es lo que busca siempre el diablo: hacer que nos odiemos, porque él siembra
la cizaña del odio; él no conoce el amor: ¡el amor está en Dios!
Todos
estamos llamados a testimoniar y a anunciar el mensaje que “Dios es amor”, que
Dios no es lejano o insensible a nuestras vicisitudes humanas. Él nos es
cercano, está siempre a nuestro lado, camina con nosotros para compartir
nuestras alegrías y nuestros dolores, nuestras esperanzas y nuestras fatigas.
Nos ama tanto y de tal manera que se ha hecho Hombre, ha venido al mundo no para
juzgarlo sino para que el mundo se salve por medio de Jesús (cfr Jn 3,16-17). Y
éste es el amor de Dios en Jesús. Este amor que es tan difícil de entender, pero
que sentimos cuando nos acercamos a Jesús. Y Él nos perdona siempre; Él nos
espera siempre, ¡Él nos ama tanto! Y el amor de Jesús que sentimos ¡es el amor
de Dios!
El Espíritu Santo, don de Jesús Resucitado, nos comunica la vida
divina y de este modo nos hace entrar en el dinamismo de la Trinidad, que es un
dinamismo de amor, de comunión, de servicio recíproco, de compartir. Una persona
que ama a los demás por la alegría misma de amar es reflejo de la Trinidad. Una
familia en la que se ama y se ayudan unos a otros es un reflejo de la Trinidad.
Una parroquia en la que se quiere y se comparten los bienes espirituales y
materiales es un reflejo de la Trinidad.
El amor verdadero es sin
límites, pero sabe limitarse, para ir al encuentro del otro, para respetar la
libertad del otro. Todos los domingos vamos a Misa, celebramos juntos la
Eucaristía, y la Eucaristía es como la “zarza ardiente” en la que humildemente
vive y se comunica la Trinidad; por esto la Iglesia ha colocado la fiesta del
Corpus Christi luego de aquella de la Trinidad. El próximo jueves, según la
tradición romana, celebraremos la Santa Misa en San Juan de Letrán y luego
haremos la procesión con el Santísimo Sacramento. Invito a los romanos y a los
peregrinos a participar para expresar nuestro deseo de ser un pueblo “reunido en
la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (San Cipriano). Los espero
a todos el próximo jueves a las 19.00 para la Misa y la procesión del Corpus
Christi.
Que la Virgen María, criatura perfecta de la Trinidad, nos ayude
a hacer de toda nuestra vida, en los pequeños gestos y en las elecciones más
importantes, un himno de alabanza a Dios, que es Amor.
(Tradución del
italiano: Raúl Cabrera-Radio Vaticano)
Saludos del Papa a los
peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro
Al finalizar la
oración mariana del Ángelus, el Santo Padre mostró su preocupación por los
dramáticos acontecimientos que tienen lugar en Iraq, deseando para la población
de este país un futuro de paz y reconciliación.
Luego el Papa anunció que
visitará la ciudad albanesa de Tirana el próximo domingo 21 de
septiembre.Queridos hermanos y hermanas,
sigo con mucha
preocupación los acontecimientos de estos últimos días en Iraq. Los invito a
todos ustedes a unirse a mi oración por la querida nación iraquí, sobre todo por
las víctimas y por quién sufre mayormente las consecuencias del acrecentarse de
la violencia, en particular, por las tantas personas, entre las cuales muchos
cristianos, que han debido dejar la propia casa. Deseo para toda la población la
seguridad y la paz y un futuro de reconciliación y de justicia, donde todos los
iraquíes, cualquiera sea su pertenencia religiosa, puedan construir juntos su
patria, haciéndola un modelo de convivencia. Recemos a la Virgen, todos juntos,
por el pueblo iraquí. (Ave María…)
Hoy quiero anunciar que
acogiendo la invitación de los Obispos y de las autoridades civiles albanesas,
tengo la intención de ir a Tirana la jornada del próximo domingo 21 de
septiembre.
Con este breve viaje deseo confirmar en la fe a la
Iglesia en Albania y testimoniar mi aliento y amor a un país que ha sufrido por
largo tiempo, como consecuencia de las ideologías del pasado.
Y
ahora saludo a todos ustedes, queridos peregrinos presentes hoy: grupos
parroquiales, tantos, familias y asociaciones. En particular, saludo a los
militares de Colombia, a los fieles venidos de Taiwán y Hong Kong, de Ávila y La
Rioja (España), de Venado Tuerto (Argentina), de Cagliari, Albino, Vignola,
Lucca y Battipaglia.
Saludo al Movimiento Pro Sanctitate, en el
centenario del nacimiento del fundador, el Siervo de Dios Guglielmo Giaquinta:
queridos amigos, los aliento a llevar adelante con alegría el apostolado de la
santidad.
Saludo a los chicos de Casaleone que han recibido la
Confirmación y a los empleados de Grupo IDI Sanidad de Roma.
Un
pensamiento especial va dirigido hoy a las colaboradoras domésticas y asistentes
de ancianos que provienen de tantas partes del mundo y desarrollan un servicio
precioso en las familias, especialmente en apoyo de los ancianos y de las
personas no autosuficientes. Tantas veces nosotros no valorizamos con justicia
el gran y hermoso trabajo que ellas realizan en las familias. ¡Muchas gracias a
ustedes!
¡Y a todos les deseo un feliz domingo y buen almuerzo!
¡Y no se olviden de rezar por mí! ¡Hasta pronto!
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