Representantes de diversas iglesias y comunidades cristianas participarán el martes 27 de agosto, a las 18.30, en la catedral San Jorge, de la Iglesia Católica Ortodoxa de Antioquía (Scalabrini Ortiz 1261, en el barrio porteño de Palermo) de una jornada de oración y ayuno por los cristianos perseguidos en el mundo.
El encuentro es abierto y están “todos invitados”, se dice en la convocatoria realizada por la Comisión de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la arquidiócesis de Buenos Aires.
La Comisión también invita a difundir en las comunidades arquidiocesanas “esta situación de los cristianos de todas las denominaciones en el mundo” y a unirse “en el último domingo de agosto, a tantas diócesis que en ese día ofrecen oración y ayuno, no sólo para que en comunión se sientan fortalecidos los que son perseguidos, sino también como testimonio ante el mundo y especialmente ante quienes son hoy los que persiguen”.
Asimismo, puntualiza que para recordar a aquellos que “han sacrificado la vida a causa de su fe en Cristo” y son los “mártires modernos”, se propuso una jornada nacional.
“Se eligió el último domingo de agosto y se repetirá en los siguientes años para conmemorar a los cristianos que han perdido la vida en las masacres de Orissa (India) que aún hoy no ha resuelto la justicia. La propuesta encontró acuerdo unánime de todas las confesiones cristianas presentes en la India y será celebrada a nivel ecuménico. Lo que significa reforzar la unidad entre las Iglesias cristianas. Los cristianos tienen un martirologio común”, subraya.
La Comisión precisó que informes recientes advierten que “cada cinco minutos se asesina a un cristiano por razón de su fe. Cada año 105.000 cristianos en el mundo son condenados al martirio”.
“Un verdadero holocausto del que se habla muy poco”, dijo citando datos de la conferencia sobre “Los buenos serán martirizados. Las persecuciones a los cristianos en el siglo XXI”, realizada en Roma el 26 de septiembre de 2011.
“Los perseguidos dependen de personas que puedan prestarles una voz, que puedan plantear preguntas inquietantes a los perseguidores y que no se dejen acallar, sino que denuncien la injusticia. Todos nosotros, especialmente los cristianos de todas las denominaciones, estamos llamados a comprometernos a favor de los hermanos que sufren, bien mediante la oración, la palabra, la protesta discreta o abierta o mediante el apoyo económico. Todos podemos conseguir que se oiga la voz de los silenciados”, agregó.
También citó al papa Francisco, quien ante miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro para el rezo del Regina Coeli, denunció en mayo pasado la persecución contra cristianos, al destacar “la valentía de resistir” y “la valentía de responder con el amor y la fuerza de la verdad” a quien no comprende o rechaza el anuncio del Evangelio.+
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