Los nuevos reclutas llegan al Vaticano en junio, noviembre y febrero. Durante unos meses se preparan para el 6 de mayo, día en el que los recién llegados realizan el juramento.
Con esta sencilla ceremonia y tras varios meses de entrenamiento, los nuevos reclutas entran a formar parte del ejército más pequeño del mundo. Tan sólo 110 soldados para defender las 44 hectáreas de terreno del Vaticano, pero sobre todo, para mantener la seguridad del Papa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario