Hoy, 14 años después de recibido, su proyecto de tesis fue reconocido y despertó el interés de la ONU y de la Cáma Junior Internacional. Se trata de un dispositivo de ayuda humanitaria que provee una soluciona habitacional provisoria y urgente a personas que quedaron sin hogar como consecuencia de catástrofes naturales, guerras, violencia interna o pandemias.
García Mayor explicó que su invento permite “desarrollar una urbanización en sus distintos sentidos: en el aspecto habitacional, pero también generando hospitales y hasta escuelas”, porque los módulos son combinables para formar espacios mayores.
Según las últimas cifras de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, el año pasado 5,2 millones de personas se vieron desplazadas forzosamente de sus hogares.
Confeccionado en propileno, aluminio y tela de poliester, el invento (conocido como CMax) consta de una estructura central rígida, dos alas de material flexible que al desplegarse cuadriplican su tamaño, y dos patas telescópicas que separan el piso de la superficie, reduciendo el pasaje de frío y humedad que tanto afecta a las carpas.
Además, cada módulo ya viene con un kit de supervivencia dentro y tiene capacidad para albergar a 10 personas, de modo que las familias puedan permanecer juntas.
Mientras permanecen plegados, estos refugios son apilables, livianos, pequeños y fáciles de almacenar. Una vez en el destino, dos personas lo pueden armar en 11 minutos, sin la necesidad de utilizar herramientas.
Fuente: www.telam.com.ar
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