miércoles, 13 de febrero de 2013

“La claridad, la profusión y la profundidad que ha dejado este Papa ha sido magnífica”.

“Creo que es un acto de máxima responsabilidad de su parte, que es una muestra más del talante mismo de este Papa”


La Nueva Radio Suárez habló con el párroco de Coronel Suárez Diego Kessler, para consultarlo en torno a la renuncia anunciada por el Santo Padre al cargo que desempeña.

En tal sentido consideró nuestro párroco que “Es importante, no hacerle decir al Papa lo que no quiso”.

Por ello el sacerdote agregó inmediatamente “El mensaje exacto de lo que Benedicto XVI fue, entre otras que ‘soy muy consciente que este ministerio, por su naturaleza espiritual debe ser llevado a cabo no únicamente por obras y palabra, sino también en un menor grado sufriendo y rezando. Sin embargo en el mundo de hoy, sujeto a diversas transformaciones, para gobernar la barca de Pedro es necesario tener vigor tanto del cuerpo como del espíritu. Por eso, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, por sentir disminuidas las fuerzas, con plena libertad, es que renuncio al Ministerio de Obispo de Roma’”.

El Padre Kessler señala además que “En más de dos mil años de historia de la Iglesia Católica ha habido muy pocos casos de renuncia, no más de 6 ó 7. Aunque la palabra bien propia, no es la de renuncia, sino la de abdicación, porque no hay nadie por encima de él para presentarle la renuncia”.

Agregó el sacerdote que “Creo que es un acto de máxima responsabilidad de su parte, que es una muestra más del talante mismo de este Papa, sea tanto por su calidad humana, por la tarea previa que desempeño, estando bien firme al lado de Juan Pablo II, habiendo sido elegido siendo él con una edad avanzada, y llevado con entereza estos 8 años de papado. Incluso gente que no es de Fé, que no es católica le ha reconocido la altura intelectual que tiene este Papa, es muy difícil de superar por cualquier otra persona europea”.

Finalmente concluye señalando que “Su claridad de pensamiento, demostrada en forma continua, nos demuestra también que es una decisión que no ha sido tomada a las apuradas. Sin duda esto es también parte de un proceso de este Santo Padre que ha desarrollado 8 años de actividad con sello propio, en el tiempo que le tocó desempeñarse. La riqueza, la profusión, la claridad que ha dejado este año ha sido magnífica”.

Por otra parte el Cura Párroco Diego Kessler nos hizo llegar a la redacción del Diario Digital de La Nueva Radio Suárez una reflexión para entender mas claramente las razones de su   determinación y que circula a modo de gacetilla.

«La increíble libertad de un hombre aferrado por Cristo»

En relación con el anuncio en que Benedicto XVI renuncia al ministerio petrino, don Julián Carrón, presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación, ha declarado:

«Con este gesto, tan imponente como imprevisto, el Papa da testimonio de una plenitud tal en la relación con Cristo que nos sorprende, pues supone un acto de libertad sin precedentes, que privilegia ante todo el bien de la Iglesia. Así muestra ante todos que está totalmente confiado al designio misterioso de Otro.

¿Quién no desea una libertad como la suya?

El gesto del Papa es un reclamo poderoso para que renunciemos a cualquier seguridad humana, confiando exclusivamente en la fuerza del Espíritu Santo, como si Benedicto XVI nos dijese con las palabras de san Pablo: “Estoy persuadido de que el que ha inaugurado en vosotros esta obra buena, la llevará adelante hasta el Día de Cristo Jesús” (Flp 1,6).

A través del anuncio del Papa, el Señor nos pide que traspasemos toda apariencia, atravesando el entusiasmo humano con el que habíamos saludado la elección de Benedicto XVI y con el que lo hemos seguido en estos ocho años, agradecidos por cada palabra suya.

Con el deseo de vivir la misma experiencia de identificación con Cristo que ha inspirado al Papa este acto histórico para la vida de la Iglesia y del mundo, acogemos también nosotros con libertad y llenos de asombro este gesto extremo de paternidad, realizado por amor a sus hijos. Confíamos su persona a la Virgen para que siga siendo padre, para que siga dando la vida por la obra de Otro, es decir, por la edificación de la Iglesia de Dios.

Unidos a todos los hermanos, junto con Benedicto XVI, pidamos al Espíritu de Cristo que asista a la Iglesia en la elección de un padre que pueda guiarla en un momento histórico tan delicado y decisivo».

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