"Ayuda en lo que puedas". Como Miguel, son ya 3.000 los voluntarios que, gota a gota, dan su tiempo para colaborar con los que ayudan. Tantaka lleva ya un año al servicio de los más necesitados de Navarra. Tiempo y conocimiento al servicio de más de 50 ONGs y asociaciones.
Tantaka es una palabra vasca que significa “gota a gota”. Y es el nombre del Banco de Tiempo Solidario que la Universidad de Navarra puso en marcha hace algo más de un año. Tantaka ofrece a profesores, empleados y alumnos la posibilidad de ayudar, gota a gota, a las organizaciones que intentan cubrir las necesidades sociales que se presentan en Navarra y que, como en tantos otros lugares, se han agudizado con la crisis.
Graduada y profesora de la Universidad de Navarra, con amplia experiencia en el mundo de la radio y en el de las instituciones políticas del País Vasco, Sofía Collantes coordina, desde su pequeño despacho en el Edificio Central de la Universidad, esta red de casi 3.000 voluntarios.
‘Ayudar a los que ayudan’
Ella cuenta el origen y el alcance de Tantaka: “Todo empezó con el Año de la fe, en noviembre de 2012. En aquel momento, nos planteamos: éste es un año de fe y es también un año de crisis. La pobreza está aquí, a la vuelta de la esquina: está llamando a nuestra puerta. ¿No tendríamos que hacer algo que fuese expresión visible de la fe cristiana? Surgieron varias posibilidades. Al final, en vez de comenzar una nueva actividad solidaria, pensamos que lo mejor era ‘ayudar a los que ayudan’. Ponernos a disposición de las muchas personas que ya trabajan por los más necesitados y ofrecerles nuestro tiempo. Porque tiempo es lo que tenemos en común las casi 15.000 personas que formamos la comunidad universitaria. Tiempo y ganas de ayudar”.
Graduada y profesora de la Universidad de Navarra, con amplia experiencia en el mundo de la radio y en el de las instituciones políticas del País Vasco, Sofía Collantes coordina, desde su pequeño despacho en el Edificio Central de la Universidad, esta red de casi 3.000 voluntarios.
‘Ayudar a los que ayudan’
Ella cuenta el origen y el alcance de Tantaka: “Todo empezó con el Año de la fe, en noviembre de 2012. En aquel momento, nos planteamos: éste es un año de fe y es también un año de crisis. La pobreza está aquí, a la vuelta de la esquina: está llamando a nuestra puerta. ¿No tendríamos que hacer algo que fuese expresión visible de la fe cristiana? Surgieron varias posibilidades. Al final, en vez de comenzar una nueva actividad solidaria, pensamos que lo mejor era ‘ayudar a los que ayudan’. Ponernos a disposición de las muchas personas que ya trabajan por los más necesitados y ofrecerles nuestro tiempo. Porque tiempo es lo que tenemos en común las casi 15.000 personas que formamos la comunidad universitaria. Tiempo y ganas de ayudar”.
"El balance de este primer año no podía ser mejor. “Colaboramos con más de 50 organizaciones sociales de Navarra y contamos con casi 3.000 voluntarios", asegura Sofía Collantes.
“Navarra es tierra de solidaridad, es una comunidad pequeña con un corazón grande. El 10 por ciento de la población está comprometida en actividades de voluntariado. Aquí trabajan unas 100 organizaciones sociales. Algunas son de ámbito local como asociaciones de personas discapacitadas o de atención de inmigrantes; otras tienen representación en toda España como Cáritas, Cruz Roja o el Banco de Alimentos. Cada cual presenta necesidades diferentes. Así que eso hicimos: empezar a visitarlas una por una. Todas nos han acogido muy bien y todas tenían trabajo de sobra, porque la crisis se está notando y están muy desbordados”, explica Sofía.
Los conocimientos especializados –pedagogía, economía, derecho, medicina, comunicación, etc.–, se ponen al servicio de las organizaciones que necesitan ayuda.
Una oferta de ‘tiempo cualificado’
Al conocer sus necesidades, Tantaka ofreció ‘tiempo cualificado’. Los conocimientos especializados –pedagogía, economía, derecho, medicina, comunicación, etc.–, se ponen al servicio de esas organizaciones. Por ejemplo, alumnos de comunicación que elaboran una página web de una ONG; profesores y alumnos de arquitectura que rehabilitan de forma económica viviendas en mal estado; señoras de la limpieza que enseñan a personas sin estudios cuestiones de higiene o acondicionan hogares de personas inválidas; enfermeras que dan consejos de puericultura a madres sin recursos… Como remarca Sofía, “las posibilidades son infinitas”.
“Estamos aprendiendo mucho. En 2014 nos gustaría ampliar el número de voluntarios y de organizaciones".
Por ejemplo, alumnos de comunicación que elaboran una página web de una ONG; profesores y alumnos de arquitectura que rehabilitan de forma económica viviendas en mal estado...
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