“Irak continuará siendo un único estado pero solo si lo quieren occidente y los vecinos Irán, Catar, Turquía y Arabia Saudita“.Es lo que afirma el Patriarca Caldeo Luis Rafael Sako I, a Ayuda a la Iglesia Necesitada. El sábado 28 de junio, el prelado se encontró con un representante de la fundación pontificia en Ankawa, suburbio de mayoría cristiana de Erbil, con ocasión del sínodo anual de la Iglesia Caldea.
La reunión, que debía tener lugar en Bagdad, se ha hecho en el centro del Kurdistán iraquí a causa de la invasión de algunas partes del país de parte de los milicianos del “Estado Islámico de Irak y del Levante” (EIIL). Un tema que obviamente estuvo en el centro de la reunión de la Iglesia Caldea. “Creamos una comisión de cinco obispos (tres obispos caldeos, más el arzobispo sirio-católico y el obispo sirio-ortodoxo de Mosul) pertenecientes a diócesis de las áreas golpeadas para organizar y asegurar las ayudas a los refugiados“. Muchos, por causa del arribo de EIIL y de las batallas, han abandonado sus casas y desde el 10 de junio pasado la Iglesia busca de responder a las exigencias de miles de desposeídos. Un empeño que AIN ha sostenido con una contribución extraordinaria de 100.000 euros donados a la arquidiócesis caldea de Mosul para hacer frente a las necesidades de miles de familias de refugiados.
“Por el momento la situación está en desarrollo, pero creemos que empeorará“. Para el patriarca no hay esperanzas que Irak –actualmente dividido entre chiitas, sunitas y kurdos- vuelva a la unidad. “Quizás el país mantendrá una unidad simbólica, pero estará de hecho dividido en tres zonas económica y militarmente independientes“. Está convencido que una gran parte de los sunitas apoya al grupo yihadista, aunque no acepte su ideología. Se acercan a los terroristas por el deseo de un cambio de gobierno. “EIIL sin embargo quiere crear un califato e islamizar el mundo, y constituye un peligro para todos“.
La gran inestabilidad se traducirá probablemente en una mayor emigración de cristianos, pero es difícil saber qué destino aguarda a la ya diezmada minoría religiosa. “Honestamente los obispos estamos un poco perdidos. Quizá nuestro futuro esté aquí en el Kurdistán, pero tenemos muchos fieles que todavía viven en Bagdad. Veremos. Por el momento no podemos hacer otra cosa que seguir el curso de los eventos“. El patriarca Sako considera que lo que sucede hoy en Irak no está relacionado a la persecución religiosa, ya qué incluso muchos musulmanes han debido huir de Mosul y de las zonas vecinas. Pero el probable éxodo de fieles sigue siendo una gran preocupación. “En solo dos semanas más de 20 familias han abandonado el pueblo de mayoría cristiana de Alosh. Estamos perdiendo nuestra comunidad y en diez años en Irak podríamos quedar no más de 50.000 cristianos“.
De todos modos, el prelado está contra la intervención militar de Estados Unidos. “Los Estados Unidos ya estuvieron aquí y cometieron muchos errores. Y ahora reina el caos, la confusión, la anarquía“. El único modo de mejorar las condiciones de vida en los países de Medio Oriente es educar a la población en la libertad y en la democracia en las escuelas, en las mezquitas y a través de los medios de comunicación. “No se puede simplemente importar el modelo democrático occidental“. El patriarca caldeo no esconde su desilusión respecto a Occidente. “Hay algunos cristianos que nos sostienen, pero el resto son solamente observadores impasibles. Están más interesados en un partido de fútbol que en el drama que está ocurriendo en Irak o Siria“.
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