(ACI/InfoCatólica) «Queremos cambiar la actitud y percepción de los jóvenes frente a este tema para así poder ayudarlos a cuidar sus relaciones, la intimidad, el espíritu e inspirar a una nueva generación que busque el verdadero amor y evite su falsificación» señaló Olsen sobre Fight the New Drug, una organización que lucha contra la adicción a la pornografía entre los jóvenes.
«Cuando se trata de drogas y otros tipos de adicciones, tenemos material informativo y campañas de sensibilización, pero cuando se trata de pornografía nuestra cultura actúa como si no existiera» reflexionó Olsen.
Una reciente encuesta arrojó que casi uno de cada cinco usuarios regulares de pornografía se siente controlado por sus deseos sexuales. Por otro lado, un estudio de la Universidad de Cambridge mostró que las personas adictas a la pornografía tienen una actividad cerebral similar a los alcohólicos o drogadictos.
«La investigación más reciente informó que la pornografía funciona como una droga en relación a la actividad cerebral», explicó Olsen. Aprender más sobre la naturaleza adictiva de la pornografía ha llevado al descubrimiento de que «el cerebro es capaz de sanar y volver a un estado saludable.»
En ese sentido, señaló que «nuestro objetivo es ayudar a que los jóvenes entiendan no sólo que la pornografía causa graves daños en sus propias vidas, sino que también la consideren una injusticia social que debemos combatir de manera colectiva.»
Programa online Fortify
Para ello Fight the New Drug ha creado un programa online gratuito llamado Fortify para ayudar a combatir la adicción a la pornografía juvenil. El programa entrega una «estrategia de batalla» personalizada y un seguimiento de los progresos, así como respuestas a preguntas y mensajes de aliento.
«Hemos trabajado por más de tres años con un equipo de terapeutas y psicólogos. Actualmente tenemos más de cinco mil usuarios que están recibiendo la ayuda necesaria para recuperarse», señaló Olsen.
Fight The New Drug ha realizado conferencias en más de 300 asambleas de escuelas públicas y privadas de EE.UU. y Canadá. Las conferencias entregan información sobre las tres áreas principales de impacto de la pornografía: las personas, las relaciones y la sociedad, las cuales Olsen describe como « cerebro, corazón y mundo».
Pegados a las pantallas
Olsen subrayó el impacto en las relaciones humanas, pues se ha descubierto «que los usuarios regulares de la pornografía suelen preferir la fantasía a la realidad, así como la pantalla a un ser humano.»
Olsen aseguró que la correlación entre el tráfico sexual y la industria pornográfica está creciendo más que nunca. «A pesar de que no es algo que ocurra siempre, cada vez más personas se ven obligadas, han sido drogadas, golpeadas o manipuladas para participar activamente en el tráfico».
Pese a la cruda realidad de la pornografía en el mundo moderno, Olsen ofrece un mensaje de aliento a quienes enfrentan esta realidad. «Lo primero que le diría a los jóvenes es que tengan la esperanza de superar esta adicción; una vida sin porno es mucho más alegre y significativa. Estamos aquí para ayudar a nuestros jóvenes a alcanzar esa meta».
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