martes, 5 de agosto de 2014

Dios, Padre bueno, nos quiere ¡libres! El Papa a miles de monaguillos alemanes


(RV).- ¡Libres! ¡Porque está permitido hacer una buena acción! Es el lema, inspirado en las palabras de Jesús, en el Evangelio de Mateo, de la peregrinación de 50 mil monaguillos de las diócesis alemanas y de las de Viena, Linz y Letonia, cuyo evento central se llevó a cabo la tarde de este martes con el Papa Francisco, en la Plaza de San Pedro. El Santo Padre llegó a la Plaza alrededor de las 18.00, para presidir la celebración de las Vísperas y luego saludar al Presidente de la Conferencia episcopal alemana y responder a algunas preguntas de estos chicos y chicas. 

Dirigiéndose a estos muchachos y muchachas, el Papa les dijo: 

Las palabras de san Pablo que hemos apenas escuchado, tomadas de la Carta a los Gálatas, llaman nuestra atención. El tiempo se ha cumplido, dice Pablo. Ahora Dios realiza su obra decisiva. Aquello que Él ha querido decir a los hombres desde siempre – y lo ha hecho a través de las palabras de los profetas –, lo manifiesta con una señal evidente. Dios nos demuestra que Él es el Padre bueno. Y ¿cómo lo hace? Lo hace a través de la encarnación de su Hijo, que se vuelve como uno de nosotros. A través de este hombre concreto de nombre Jesús, podemos entender aquello que Dios pretende verdaderamente. Él quiere personas humanas libres, porque se sienten protegidas siempre como hijos de un Padre bueno. Para realizar este plan, Dios tiene solamente necesidad de una persona humana. Tiene necesidad de una mujer, una madre, que traiga al mundo al Hijo. Ella es la Virgen María, que honramos con esta celebración vespertina. María fue totalmente libre. En su libertad dijo “sí”. Ella hizo el bien para siempre. De esta manera sirvió a Dios y a los hombres. Imitemos su ejemplo, si queremos saber aquello que Dios se espera de nosotros sus hijos.



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