Padre Daniel. “No tengo miedo a nada porque trabajo para Dios”.

Se le impuso el nombre “Presbítero Daniel Melchior”. Sorpresa para el Sacerdote y emocionante ceremonia.

Así se llama a partir de ahora la Capilla del Hogar de Ancianos Domingo Goñi, que se constituyó por impulso y convicción de este querido Sacerdote. En toda su acción pastoral el Padre Daniel ha estado muy seguro de lo que implican los espacios físicos para la expresión religiosa. En su paso por Ing. White, hace muchos años atrás, así lo dejó claro cuando en varios barrios impulsó la construcción de capillas. Lo hizo también en Coronel Suárez, como cuando Párroco impulsó la terminación de una capilla y gestó la construcción de otras en lugares en los que no había. Lo hizo siempre con la convicción que es muy importante tener un lugar para la oración que identifique, aglutine, reúna, invite a rezar. En Huanguelén, donde estuvo los últimos años como Sacerdote, también dejó este sello. Volvió a reactivar la actividad en la capilla de uno de los barrios, donde una vez por semana por lo menos oficiaba la misa, mientras que en la iglesia central de esa comunidad revivió la actividad de los movimientos parroquiales. De regreso en Coronel Suárez se instaló en la Capilla del Hospital. Allí daba la misa cada tarde y se ocupaba especialmente de visitar a los enfermos del Hospital y a los internos del Hogar de Ancianos. Cuando la salud le indicó que debía mermar la actividad, se alojó en el Hogar de Ancianos Domingo Goñi. Allí, fiel a sus convicciones y con la misma vocación con la que inició su sacerdocio, empezó primero por convocar al rezo del Rosario a quien quisiera, a hacer lectura de la palabra, a administrar el sacramento de la confesión a quien lo solicitara, prestando sus enormes y sabios oídos a quien necesitara una guía, un consejo, una palabra de aliento. Casi fue natural que toda esta acción convocara en la conformación de un espacio como una pequeña capilla en el lugar. Cuentan que el Padre Daniel ansiaba tener en esta capilla la imagen de una Virgen. Se reunieron los fondos sin decirle nada y un día le dijeron que en la puerta de su capilla lo esperaba una señora vestida de blanco. Era la imagen de la Virgen, que ahora preside cada una de las ceremonias religiosas que se llevan a cabo en la Capilla del Hogar. Hace unos pocos días atrás, por disposición municipal, se estableció que esa Capilla lleve el nombre Presbítero Daniel Melchior. El querido Sacerdote nada sabía. Fue increíble pero una enorme cantidad de personas, que bien lo quieren, mantuvieron el secreto. Y el miércoles por la mañana se reunieron en el espacio verde que está en las afueras de la capilla para el acto de imposición de su nombre a ese lugar. Cuando todos estaban ubicados apareció el Padre Daniel, que sabía que venía a un acto importante porque lo habían hecho cambiar para la ocasión, incluso le pidieron que se calzara los zapatos que usa en ocasiones muy especiales. Apareció por la puerta interior de la capilla caminando, apoyado en el trípode que usa para movilizarse y ayudado por una de las colaboradoras del lugar. Cuando asomó su figura bondadosa los presentes aplaudieron, por lo que preguntó ¿por qué aplauden?, sospechando, entonces, que algo pasaba. Cuando se comenzó a leer el decreto respectivo cayó en la cuenta. Y entonces comenzó a morder sus labios, en gesto incrédulo. Para cuando se destapó la placa donde está su nombre algunas lágrimas corrían desde sus ojos celeste cielo hacia sus mejillas coloradas. Y por momentos sus manos, las que tantas veces han hecho gestos cariñosos buscando transmitir tranquilidad, las que han consagrado la ostia en el altar en infinidad de oportunidades, taparon su rostro, buscando calmar la emoción. En la oportunidad hablaron Corina Gatto, Directora del Hogar de Ancianos; Gustavo Moccero, Secretario de Gobierno, y el Padre Daniel, quien agradeció el homenaje que esa Capilla, la que contribuyó a dar vida, ahora lleve su nombre. El Secretario de Gobierno, al momento de hablar, relató una anécdota que lo pinta en su labor como sacerdote. Hace muchos años atrás, a poco de su llegada como Párroco de Coronel Suárez, un grupo de mujeres vieron que sus zapatos estaban bastante gastados, que necesitaba otro. Reunieron el dinero y le compraron un muy buen par de zapatos. A los pocos días el Padre Daniel andaba otra vez con sus zapatos viejos. Los que le habían regalado se lo había dado a un hombre que llegó casi descalzo a la Parroquia a pedir ayuda. La Capilla del Hospital ahora se llama Presbítero Daniel Melchior. Merecido nombre para el lugar y digno homenaje a un Sacerdote que continua, con total entrega, pastoreando su rebaño, llevando la palabra de Dios a quien quiera escuchar.

Daniel Melchior, Diego Kessler y Leandro Volpe compartieron la celebración litúrgica. Una mañana de emociones en el establecimiento. La Eucaristía impartida después de la imposición del nombre del Padre Daniel a la Capilla.

No hay palabras para dejar sentado el cúmulo de emociones que se vivieron el miércoles por la mañana en el Hogar de Ancianos Domingo Goñi a partir de la ceremonia mediante la cual la Capilla de la querida institución recibió el nombre del Padre Daniel, por el bellísimo entorno que el acto representó para quienes hoy viven en el Hogar, sus autoridades, personal y colaboradores. Y nada más reconfortante que después dar gracias a Dios por este presente y rogar por todos quienes transitan este tramo de la vida, se compartió la Eucaristía que fue suministrada por nuestros sacerdotes. Cada uno habrá sentido de una manera diferente la ceremonia, porque la figura de este gran “cura”, como le gusta que lo llamen, encierra todo un significado en cuanto a la vocación sagrada, la entrega total y la felicidad y paz que irradian sus ojos que reiteradamente se mostraron llorosos, contagiando la emoción a todos. El Párroco de Coronel Suárez, Diego Kessler, acompañado del Padre Leandro Volpe y el Padre Daniel, oficiaron la Santa Misa ante la gran cantidad de abuelos que participaron de la misa en una mañana tan particular que se registró en el Hogar. La presencia de Daniel Melchior en el Hogar de Ancianos “Domingo Goñi” representa realmente una gran bendición y su mensaje siempre nos llama a la reflexión y a la valoración de gestos y actitudes que dan sentido a la vida, cuando de vocación y fortaleza espiritual se trata. Padre Daniel. “No tengo miedo a nada porque trabajo para Dios”. Se le cayeron algunas lágrimas cuando vio la placa donde estaba su nombre. Un acto tan inmenso como es su humilde figura. Se tomó el rostro en un gesto de incredulidad, pero también de humildad frente al homenaje. Se le cortó la voz, emocionado, en el medio del reportaje. Y no dejó de saludar a cada uno con un beso, una sonrisa amplia, un apretón de manos. El gesto agradecido de un sacerdote que en el último tramo de su vida sigue haciendo lo que eligió hacer y llevó adelante muy bien: el ser cura. Y no un cura a medias, un medio cura. Un cura completo, como una de las personas asistentes a la ceremonia y a la misa posterior mencionó, en una conversación informal, pero que resume muy bien lo que es el Padre Daniel Melchior. Costó un poco lograr un espacio entre tanto saludo de la gente para obtener su atención y lograr hacer una nota. “Para mí es una sorpresa todo. Cuando llegué acá y abrí la puerta y vi la gente sentada me pregunté ¿qué está pasando acá? Yo no sabía por qué, si no me dijeron nada. Hoy a la mañana vino una encargada del Hogar para vestirme y le pregunté por qué me tenía que vestir otra vez de vuelta… ¡hasta me hizo poner los zapatos que nunca los uso!”. Consultado en torno a cómo se sintió cuando descubrió que era el destinatario del homenaje, respondió que “lo atribuyo al pueblo, a los que están siempre conmigo. Yo solo no puedo hacer nada. Tengo mucha gente con una disponibilidad total: parientes y conocidos. Lo que necesito siempre están a mi lado para darme una mano y eso me ayuda a seguir adelante, sin desfallecer. No tengo miedo a nada porque trabajo para Dios. Material no tengo nada, lo único que tengo está a la vista de todos. Yo trabajo únicamente para la mayor gloria de Dios y que Dios esté conforme con todo y que él me dé el visto bueno”. Explica su emoción diciendo “¡cómo para quedarse tranquilo con todo lo que uno ha visto acá! Es imposible quedarse tranquilo. Llega un momento en el que brotan las lágrimas”. Agredió a Dios por la vocación y el sacerdocio que ha desarrollado en este tiempo: “estoy cada día más agradecido a Dios que me ha llamado y me ha permitido. Además, de cuántas me he salvado yo siendo seminarista, estudiante. De cura no hay ninguna cosa de gravedad con la cual me han podido sorprender. Pero de seminarista, ¡hice cada una! Era muy valiente en ese punto, por no decir un poco tonto”. Al preguntarle si alguna vez, viendo lo que pasa en el mundo, se sintió agobiado, confundido y con los brazos caídos, responde que “confundido sí, pero con los brazos caídos nunca. Yo miré todas las cosas con seriedad, como corresponde a un sacerdote, y he trabajado de mi parte lo que pudiera para hacer traer las cosas de la mejor manera posible. Esa fue siempre mi intención. Ahora, desanimarme por lo que pasa no; confundido, a veces, sí”. Al finalizar la nota dio “gracias a Dios, en primer lugar. En segundo lugar gracias por haber nacido en la Colonia, porque es una bendición de Dios lo que he recibido de mis abuelos, de papá, de mamá. Tuve la bendición de haber tenido unos abuelos tan buenos que cada día me llevaban a misa; mi mamá me envolvía bien, como quien diría, porque en aquellos tiempos hacía frío en invierno. Y al pueblo en general, que sigan adelante por el camino del bien, tratando de hacer todo lo que podamos para que como dicen los Santos seamos nosotros ejemplo en nuestra comunidad y que otro pueda ver nuestro proceder y así de esta manera seguir a Dios”. Para la comunidad de Coronel Suárez es una bendición tener al Padre Daniel Melchior. Un cura completo, todo cura, pura entrega y dedicación. Con una vocación que, con todos sus años, sigue desarrollando con la misma entrega de siempre. VER MAS: http://www.lanuevaradio.com.ar/noticias_enero_2013/2014-10-09-ae.htm http://www.lanuevaradio.com.ar/noticias_enero_2013/2014-10-09-ag.htm http://www.lanuevaradio.com.ar/noticias_enero_2013/2014-10-09-af.htm