Héctor Tizón, el destacado escritor fallecido el lunes 30 de julio en esta ciudad, recibió con plena lucidez la unción de los enfermos y besó el escapulario de la Virgen del Carmen que le fue impuesto cinco días antes de su muerte.
"Ha sido, para mí, como sacerdote de la Iglesia Católica, de suma edificación, poder constatar el final de este gran hombre", dijo el padre Juan José Núñez, franciscano, en la misa de exequias que ofició en la basílica de San Francisco de San Salvador de Jujuy.
El escritor murió en su casa en San Salvador de Jujuy, rodeado del cariño de su familia; su esposa, Flora Guzmán, filóloga, doctorada en Madrid; sus hijos, sus nietos y otros parientes próximos.
"Sus últimos días hablaba de Dios y contaba que lo soñaba a Jesús. Dijo que escribiría sus conversaciones con Cristo", contó una prima del escritor, cuya obra ha sido traducida al francés, inglés, ruso, polaco y alemán.
Su hija, Guadalupe, confirmó algo que él les había dicho a varias personas, hace un mes, estando hospitalizado: que su próximo libro sería "Mis conversaciones con Cristo".
Bárbara, sobrina segunda suya, dijo: "Yo lo vi hacerse la señal de la Cruz con sus últimas fuerzas y besar el escapulario. Me dijo muchas veces que quería ir a agradecer a la Virgen del cerro en Salta". Y le transmitió a la hija: "Dios lo abrazó a tu papá porque sabía cuánto lo había buscado".
Un sueño
Guadalupe, su hija, dijo que su padre había dicho y anotado en un cuaderno que el libro que estaba preparando podría llamarse "Mis conversaciones con Cristo", "La tierra prometida" o "El malón de la paz". Y señaló que su padre contó que había visto a Jesús en un sueño, en junio. Había soñado que viajaba en un tren y vio a un hombre que era muy diferente a las otras personas, que vestía una túnica celeste y que tenía una mirada de puro amor, de amor infinito. Y que le había mostrado unos corderos degollados.
La hija expresó que su padre dijo que Jesús era su amigo más íntimo. Y que el miércoles anterior a su fallecimiento, cuando recibió la unción, le dijo que quería ir a la Virgen en Salta y que irían cuatro: "Barbarita, vos, el chofer y yo".
Hace tiempo Tizón había dicho al referirse a su novela "Extraño y pálido fulgor": "Es una historia de amor frustrado, pero también es la búsqueda de Dios, de cuya existencia no tengo dudas, pero que tampoco puedo encontrar pese a que lo busco desde hace rato".
Su hija dijo: "Estaba buscando. El quería entregarse a Dios... Decía que Jesús era su amigo más íntimo". Y al señalar que varias personas pudieron escucharlo, continuó: "Hablaba de todas estas cosas ahora. No se lo quería guardar".
Lealtad intelectual
En la misa exequial el padre Núñez expresó: "El doctor Héctor Tizón se ha dormido en la paz del Señor. Ha concluido la batalla en este mundo. Su lealtad intelectual, fruto del rigor científico que acompañaba su mente prolija, hombre sabio y prudente, con su exquisitez de trato y con su parsimonioso don de gente natural, consecuencia de una inteligencia embebida en el lenguaje de la cultura y del arte, se presenta ante Dios, por quien su corazón en estos últimos tiempos estaba inquieto por encontrar la verdad absoluta".
Entre la concurrencia a la misa se hallaban el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, y el ex gobernador de Santa Fe y ex candidato presidencial Hermes Binner, que llevó al cajón junto a otras personas. El velatorio se había realizado previamente en la Legislatura jujeña.
"Pude estar junto a él, cuando con gran lucidez recibió los sacramentos últimos de la Iglesia Católica en la cual había sido bautizado”, precisó el sacerdote.
Y agregó: “No puedo dejar de reconocer su grandeza de hombre al besar el crucifijo, recibir con total prolijidad y unción el escapulario de la Santísima Virgen y totalmente consciente de lo que estaba viviendo me dice gracias. En ese agradecimiento he comprendido que llegó a la verdad. Su corazón dejó de estar inquieto y alcanzó la suprema razón de su existir. Para quien cree la muerte se ha convertido en un sueño, que precede el descanso eterno, en la tierra prometida".
Armonía, corazón y razón
“Hoy rezamos por él -dijo más adelante-, pedimos por su eterno descanso, su itinerario intelectual y espiritual representa un modelo de la relación armónica que debe existir entre la fe y la razón. Esta armonía significa ante todo que Dios está cerca de todo ser humano, cerca de su corazón y de su razón. Esta presencia misteriosa de Dios puede ser reconocida en el interior del hombre".
Y señaló: "El escritor se ha dormido, ha partido a gozar de la belleza celestial". Citó lo que Tizón escribió en su libro "La casa y el viento": “Este será el testimonio balbuciente de mi exilio, pero quisiera que también lo fuese de mi amor a esta tierra y a los hombres “.
El sacerdote que atendió al escritor en sus últimos días acompañó a la familia al entierro en el cementerio de Yala, distante unos 15 kilómetros de la capital jujeña, donde rezó un responso y bendijo la tumba según la liturgia católica. La sepultura está ubicada al lado de la cruz mayor del cementerio, frente al río Yala, tantas veces contemplado por el escritor.+
(Jorge Rouillon)
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