La mujer acudió allí después de que el ginecólogo que atendía su embarazo, que logró por fecundación in vitro al octavo intento, le informara de que uno de sus gemelos padecía una “cardiopatía fetal grave” denominada “truncus arterioso”.
Esta patología es una malformación consistente en la existencia de una comunicación ventrículo-arterial única, que da origen a las arterias sistémicas, pulmonares y coronarias. El tronco arterial común se encuentra cabalgado entre ambos ventrículos y se asocia siempre a una comunicación intraventricular.
Este hecho, ha explicado Gema, la mujer entonces embarazada, provocaba que este feto fuese inviable. “Por lo que mi marido y yo decidimos abortar al bebé enfermo por la mala calidad de vida que iba a tener y para que así el otro bebé sano cogiera más peso y creciera mejor”, ha precisado.
El Comité de Interrupción Voluntaria del Embarazo del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde era atendida la mujer, autorizó el aborto de este feto en una clínica concertada con el SAS de Sevilla, a la que la mujer se dirigió con su marido.
"¿El de la derecha o el de la izquierda?"
En diciembre de 2011, la gestante fue atendida por un ginecólogo, al que le aportaron toda la documentación que traían del Puerta del Mar sobre el feto que traía afecto de truncus.
"Comentándole que el ginecólogo le había comunicado que era el segundo gemelo el que estaba enfermo, a lo que el médico le preguntó si era el de la izquierda o el de la derecha", y a lo que la joven gaditana le contestó que "él era el médico" y que lo desconocía pero que "estaría en la historia clínica que le entregaba".
"Entonces el doctor me hizo allí mismo una ecografía, y tras la misma, me dijo que ahora todo lo veía muy claro y que ya sabía cuál era el mellizo que estaba enfermo. Mi marido y yo le preguntamos hasta en cinco ocasiones que si lo tenía claro y el nos dijo que sí", ha relatado Gema.
Acto seguido, realizó una fetolisis selectiva --pinchar con una aguja fina, larga, hueca, a través de la barriga-- al supuesto gemelo enfermo para matarle.
A su vuelta al Hospital Puerta del Mar de Cádiz, y tras una ecografía, "se percataron que habían pinchado al feto sano y que el feto con el problema del corazón seguía vivo en el interior. No me lo creía".
La situación de la futura madre se tornó dramática. "Lloré muchísimo, me quería morir, después de tantos años intentándolo y de seis meses que estaba ya, no me podía creer que un médico cometiese este fallo tan gordo", ha relatado angustiada Gema.
Pide una indemnización
A la vista de todos estos hechos, han presentado una reclamación patrimonial por valor de 214.000 euros ante por una "grave negligencia médica" por parte de la primera clínica abortiva de Sevilla que, a su parecer, practicó "erróneamente" el aborto selectivo al feto que no portaba la dolencia, y que tenía 20 semanas y un día de gestación en el momento de la intervención que ahora denuncian.
Con respecto a la cifra económica, Gema ha aclarado que nadie le puede pagar "el dolor tan grande" por el que ha pasado. A su vez, ha precisado que con el dinero de la indemnización, en el caso de que el proceso le sea favorable, "todo será para pagar los costosos tratamientos a los que me quiero someter para volver a intentar ser madre".
Además, los servicios jurídicos de Gema aluden a lo gravoso de este caso, por cuanto "era un bebé muy deseado después de ocho abortos frustrados", a lo que agregan "la dificultad de quedarse embarazada en el futuro, no sólo porque en 2008 perdió una de las trompas de Falopio, sino porque en la actualidad cuenta con 36 años de edad y su edad fértil va decreciendo día a día".
Esta patología es una malformación consistente en la existencia de una comunicación ventrículo-arterial única, que da origen a las arterias sistémicas, pulmonares y coronarias. El tronco arterial común se encuentra cabalgado entre ambos ventrículos y se asocia siempre a una comunicación intraventricular.
Este hecho, ha explicado Gema, la mujer entonces embarazada, provocaba que este feto fuese inviable. “Por lo que mi marido y yo decidimos abortar al bebé enfermo por la mala calidad de vida que iba a tener y para que así el otro bebé sano cogiera más peso y creciera mejor”, ha precisado.
El Comité de Interrupción Voluntaria del Embarazo del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde era atendida la mujer, autorizó el aborto de este feto en una clínica concertada con el SAS de Sevilla, a la que la mujer se dirigió con su marido.
"¿El de la derecha o el de la izquierda?"
En diciembre de 2011, la gestante fue atendida por un ginecólogo, al que le aportaron toda la documentación que traían del Puerta del Mar sobre el feto que traía afecto de truncus.
"Comentándole que el ginecólogo le había comunicado que era el segundo gemelo el que estaba enfermo, a lo que el médico le preguntó si era el de la izquierda o el de la derecha", y a lo que la joven gaditana le contestó que "él era el médico" y que lo desconocía pero que "estaría en la historia clínica que le entregaba".
"Entonces el doctor me hizo allí mismo una ecografía, y tras la misma, me dijo que ahora todo lo veía muy claro y que ya sabía cuál era el mellizo que estaba enfermo. Mi marido y yo le preguntamos hasta en cinco ocasiones que si lo tenía claro y el nos dijo que sí", ha relatado Gema.
Acto seguido, realizó una fetolisis selectiva --pinchar con una aguja fina, larga, hueca, a través de la barriga-- al supuesto gemelo enfermo para matarle.
A su vuelta al Hospital Puerta del Mar de Cádiz, y tras una ecografía, "se percataron que habían pinchado al feto sano y que el feto con el problema del corazón seguía vivo en el interior. No me lo creía".
La situación de la futura madre se tornó dramática. "Lloré muchísimo, me quería morir, después de tantos años intentándolo y de seis meses que estaba ya, no me podía creer que un médico cometiese este fallo tan gordo", ha relatado angustiada Gema.
Pide una indemnización
A la vista de todos estos hechos, han presentado una reclamación patrimonial por valor de 214.000 euros ante por una "grave negligencia médica" por parte de la primera clínica abortiva de Sevilla que, a su parecer, practicó "erróneamente" el aborto selectivo al feto que no portaba la dolencia, y que tenía 20 semanas y un día de gestación en el momento de la intervención que ahora denuncian.
Con respecto a la cifra económica, Gema ha aclarado que nadie le puede pagar "el dolor tan grande" por el que ha pasado. A su vez, ha precisado que con el dinero de la indemnización, en el caso de que el proceso le sea favorable, "todo será para pagar los costosos tratamientos a los que me quiero someter para volver a intentar ser madre".
Además, los servicios jurídicos de Gema aluden a lo gravoso de este caso, por cuanto "era un bebé muy deseado después de ocho abortos frustrados", a lo que agregan "la dificultad de quedarse embarazada en el futuro, no sólo porque en 2008 perdió una de las trompas de Falopio, sino porque en la actualidad cuenta con 36 años de edad y su edad fértil va decreciendo día a día".
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