Buenos Aires, 6 Jun. 11 (AICA)
El presidente del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC), presbítero Alberto Agustín Bustamante, citó enseñanzas del beato Juan Pablo II, para destacar que éste siempre prefirió “laicos que arriesguen, que se comprometan por intentar cambiar el mundo, a laicos puros con olor a naftalina de sacristía”.
El sacerdote subrayó que “su pasión por evangelizar a todas las gentes” es una característica del extinto Papa que “brillará de un modo particular” y consideró que ese “desvivirse evangelizador” lo demostró “a través de encíclicas, exhortaciones y cartas; innumerables audiencias y más de un centenar de viajes por todos los continentes, multitud de beatificaciones y canonizaciones, esfuerzos ecuménicos, sínodos continentales, jornadas mundiales de la juventud y, al mismo tiempo, su testimonio personal de vida, desde la madurez hasta la ancianidad”.
“Asumiendo y ofreciendo el dolor del atentado y de sus enfermedades”, precisó.
El presbítero Bustamante sostuvo que “Juan Pablo II nos alienta a continuar y promover la misión que la Iglesia recibió de Jesucristo, el único Salvador del hombre, para el bien de toda la humanidad”, y aseguró que “él es el primero en ‘navegar mar adentro’, en invitar a la Iglesia a realizar una nueva evangelización en su contenido, método y ardor”.
Tras valorar “su solicitud por todas las Iglesias durante su ministerio petrino ha sido, sin duda ninguna, un especial don de Dios, que debemos y queremos agradecer”, expresó: “Cómo no agradecer sus visitas a nuestra querida y dolida Patria, sus gestiones para que se pusiera fin a la irracional guerra de Malvinas, su mediación para impedir el enfrentamiento fratricida con nuestros hermanos de la República de Chile”.
“Fue, Juan Pablo II, a decir de San Ignacio de Antioquia, ese trigo de Cristo que deseó ser triturado en el servicio para convertirse en pan purificado. Gracias querido Karol por enseñarnos a vivir, y, sobre todo, gracias por enseñarnos a morir. María Santísima, de quien fuiste, todo suyo, con todos los tuyos, ahora camina contigo tomando tu mano en la vida eterna”, concluyó.+
El presidente del Consejo Superior de Educación Católica (CONSUDEC), presbítero Alberto Agustín Bustamante, citó enseñanzas del beato Juan Pablo II, para destacar que éste siempre prefirió “laicos que arriesguen, que se comprometan por intentar cambiar el mundo, a laicos puros con olor a naftalina de sacristía”.
El sacerdote subrayó que “su pasión por evangelizar a todas las gentes” es una característica del extinto Papa que “brillará de un modo particular” y consideró que ese “desvivirse evangelizador” lo demostró “a través de encíclicas, exhortaciones y cartas; innumerables audiencias y más de un centenar de viajes por todos los continentes, multitud de beatificaciones y canonizaciones, esfuerzos ecuménicos, sínodos continentales, jornadas mundiales de la juventud y, al mismo tiempo, su testimonio personal de vida, desde la madurez hasta la ancianidad”.
“Asumiendo y ofreciendo el dolor del atentado y de sus enfermedades”, precisó.
El presbítero Bustamante sostuvo que “Juan Pablo II nos alienta a continuar y promover la misión que la Iglesia recibió de Jesucristo, el único Salvador del hombre, para el bien de toda la humanidad”, y aseguró que “él es el primero en ‘navegar mar adentro’, en invitar a la Iglesia a realizar una nueva evangelización en su contenido, método y ardor”.
Tras valorar “su solicitud por todas las Iglesias durante su ministerio petrino ha sido, sin duda ninguna, un especial don de Dios, que debemos y queremos agradecer”, expresó: “Cómo no agradecer sus visitas a nuestra querida y dolida Patria, sus gestiones para que se pusiera fin a la irracional guerra de Malvinas, su mediación para impedir el enfrentamiento fratricida con nuestros hermanos de la República de Chile”.
“Fue, Juan Pablo II, a decir de San Ignacio de Antioquia, ese trigo de Cristo que deseó ser triturado en el servicio para convertirse en pan purificado. Gracias querido Karol por enseñarnos a vivir, y, sobre todo, gracias por enseñarnos a morir. María Santísima, de quien fuiste, todo suyo, con todos los tuyos, ahora camina contigo tomando tu mano en la vida eterna”, concluyó.+
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