domingo, 13 de abril de 2014

¿Me parezco a Judas o a María, que llora a su Jesús?

(RV).-  RealAudioMP3 ¿Dónde está mi corazón? ¿Soy yo como Pilato que cuando veo que la situación es difícil, me lavo las manos y no sé asumir mi responsabilidad y dejo condenar – o condeno yo – a las personas? ¿Quién soy yo? ¿Me parezco a Judas o a María, que llora a su Jesús? ¿Quién soy yo, ante mi Señor?, son algunas de las preguntas que el Papa hizo en su homilía de este Domingo de la Pasión del Señor, que abre la Semana Santa. (MFB - RV)

Texto completo de la homilía del Santo Padre Francisco:
Esta semana comienza con una procesión festiva con ramas de olivo: todo el pueblo acoge a Jesús. Los niños y los jóvenes cantan, alaban a Jesús. Pero esta semana va adelante en el misterio de la muerte de Jesús y de su resurrección. 

Hemos escuchado la Pasión del Señor. Nos hará bien preguntarnos ¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo ante mi Señor? ¿Quién soy yo, delante de Jesús entrando en Jerusalén en este día de fiesta? ¿Soy capaz de expresar mi alegría, de alabarlo? ¿O tomo las distancias? ¿Quién soy yo, delante de Jesús que sufre? Hemos oído muchos nombres: tantos nombres. 

El grupo de líderes religiosos, algunos sacerdotes, algunos fariseos, algunos maestros de la ley que había decidido matarlo. Estaban esperando la oportunidad de apresarlo ¿Soy yo como uno de ellos? Incluso hemos oído otro nombre: Judas. 30 monedas. ¿Yo soy como Judas? Hemos escuchado otros nombres: los discípulos que no entendían nada, que se quedaron dormidos mientras el Señor sufría. 

¿Mi vida está dormida? ¿O soy como los discípulos, que no entendían lo que era traicionar a Jesús? ¿O como aquel otro discípulo que quería resolver todo con la espada: soy yo como ellos? ¿Yo soy como Judas, que finge amar y besa Maestro para entregarlo, para traicionarlo? ¿Soy yo, un traidor? ¿Soy como aquellos líderes religiosos que tienen prisa en organizar un tribunal y buscan falsos testigos? ¿Soy yo como ellos?

Y cuando hago estas cosas, si las hago, ¿creo que con esto salvo al pueblo? ¿Soy yo como Pilato que cuando veo que la situación es difícil, me lavo las manos y no sé asumir mi responsabilidad y dejo condenar – o condeno yo – a las personas? ¿Soy yo como aquella muchedumbre que no sabía bien si estaba en una reunión religiosa, en un juicio o en un circo, y elije a Barrabás? 

Para ellos es lo mismo: era más divertido, para humillar a Jesús. ¿Soy yo como los soldados que golpean al Señor, le escupen, lo insultan, se divierten con la humillación del Señor? ¿Soy yo como el Cireneo que regresaba del trabajo, fatigado, pero que tuvo la buena volunta de ayudar al Señor a llevar la cruz? ¿Soy yo como aquellos que pasaban delante de la Cruz y se burlaban de Jesús?: “¡Pero... tan valeroso! ¡Que descienda de la cruz, y nosotros creeremos en Él!”. 

La burla a Jesús… ¿Soy yo como aquellas mujeres valientes, y como la mamá de Jesús, que estaba allí, y sufrían en silencio? ¿Soy yo como José, el discípulo escondido, que lleva el cuerpo de Jesús con amor, para darle sepultura? ¿Soy yo como estas dos Marías, que permanecen en la puerta del Sepulcro, llorando, rezando? ¿Soy yo como estos dirigentes que al día siguiente fueron a los de Pilato para decir: “Pero, mira que éste decía que habría resucitado; pero que no venga otro engaño”, y frenan la vida, bloquean el sepulcro para defender la doctrina, para que la vida no salga afuera? ¿Dónde está mi corazón? ¿A cuál de éstas personas yo me parezco? 

Que esta pregunta nos acompañe durante toda la semana.



Pidamos al Señor que la Cruz, junto con la imagen de María, sea un signo de esperanza para todos, revelando al mundo el amor invencible de Cristo, el Papa a la hora del Ángelus



(RV).- (Con audio y video) Al final de la celebración, antes del rezo del Ángelus, el Papa dirigió un saludo especial a los 250 delegados – obispos, sacerdotes, religiosos y laicos – que participaron en el encuentro sobre las Jornadas Mundiales de la Juventud, organizado por el Consejo Pontificio para los Laicos. Así comienza – dijo Francisco – el camino de preparación para el próximo encuentro mundial, que se celebrará en julio de 2016, en Cracovia y su tema será: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia”.

Luego tuvo lugar la entrega de la Cruz de la JMJ por parte de los jóvenes brasileños a sus compañeros polacos. Una tradición esta del pasaje de la Cruz a la juventud instituida hace casi treinta años por el Papa Juan Pablo II, que pidió a los jóvenes que la llevaran por todo el mundo como signo del amor de Cristo por la humanidad.

Y dijo que el próximo 27 de abril “todos tendremos la alegría de celebrar la canonización de este Papa, junto con Juan XXIII. Juan Pablo II, que fue el iniciador de las Jornadas Mundiales de la Juventud, se convertirá en su gran patrono; en la comunión de los santos continuará siendo para los jóvenes del mundo, un padre y un amigo”.

“Pidamos al Señor que la Cruz, junto con la imagen de María, Salus Populi Romani – dijo Francisco mientras se producía el pasaje de la Cruz entre los jóvenes – sea un signo de esperanza para todos, revelando al mundo el amor invencible de Cristo”.

Luego, el Santo Padre saludó a todos los romanos y peregrinos. Un saludo particular lo dirigió a las delegaciones de Río de Janeiro y Cracovia, guiadas por sus arzobispos, los cardenales Orani João Tempesta y Stanislaw Dziwisz.

Y en este contexto, Francisco anunció que el próximo 15 de agosto en Daejeon, en el curso de su viaje a la República de Corea, se reunirá con los jóvenes de Asia en su reunión más grande de Asia continental.

Texto completo de la alocución del Papa antes de rezar el Ángelus:
RealAudioMP3 Al final de esta Celebración, dirijo un saludo especial a los 250 delegados -obispos, sacerdotes, religiosos y laicos - que participaron al encuentro sobre las Jornadas Mundiales de la Juventud, organizado por el Consejo Pontificio para los Laicos. Comienza así el camino de preparación para el próximo encuentro mundial, que se celebrará en julio de 2016, en Cracovia y cuyo tema será: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" (Mt 5, 7).

Dentro de poco los jóvenes brasileños entregarán a los jóvenes polacos la Cruz de las Jornadas Mundiales de la Juventud. La asignación de la cruz a los jóvenes fue realizada hace treinta años por el beato Juan Pablo II: él les pidió que la llevaran en todo el mundo como signo del amor de Cristo por la humanidad.

El próximo 27 de abril todos tendremos la alegría de celebrar la canonización de este Papa, junto con Juan XXIII. Juan Pablo II, que fue el iniciador de las Jornadas Mundiales de la Juventud, se convertirá en su gran patrono; en la comunión de los santos seguirá siendo para los jóvenes del mundo, un padre y un amigo.

Pidamos al Señor que la Cruz, con el icono de María, Salus Populi Romani, sea signo de esperanza para todos revelando al mundo el amor invencible de Cristo

Tras el pasaje de la Cruz, el Papa dirigió sus saludos diciendo: 
¡Saludo a todos los romanos y peregrinos! Saludo de modo particular a las delegaciones de Río de Janeiro y de Cracovia, guiadas por sus Arzobispos, los Cardenales Orani João Tempesta y Stanisław Dziwisz.

En este contexto tengo la alegría de anunciar que, con la ayuda de Dios, el próximo 15 de agosto en Daejeon, en la República de Corea, me encontraré con los jóvenes de Asia en su gran reunión continental.

Y ahora dirijámonos a la Virgen Madre, para que nos ayude a seguir siempre con fe el ejemplo de Jesús. 

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