martes, 6 de noviembre de 2012

“Cultivemos como Crescencia la virtud de la fe”

El obispado de San Nicolás de los Arroyos pronunció la homilía que monseñor Héctor Sabatino Cardelli brindara en ocasión del inicio del Año de la Fe en la jurisdicción eclesiástica. En su alocución a los fieles, congregados en el Colegio Nuestra Señora del Huerto, de Pergamino, reflexionó sobre la parábola de Jesús sobre el sembrador y las semillas, y exhortó: “Cultivemos como Crescencia la virtud de la fe”.



La Eucaristía tuvo la singularidad de realizarse a menos de un mes de la beatificación en esa ciudad de la venerable María Crescencia, prevista para el sábado 17 de noviembre, y a quien el prelado consideró “un modelo tan cercano como ella, que cultivó la virtud de la fe”.

En referencia al relato bíblico, el obispo dijo que el Año de la Fe será “una hermosa oportunidad para que hagamos un análisis del suelo”. “A ver cómo anda nuestra tierra –dijo-, cuáles son los nutrientes que tiene y cuáles son los que les falta”.

Luego, el obispo sostuvo que “sin importar la tierra en que caiga, la semilla necesita cultivo”, y destacó la esperanza que rodea al sembrador al momento de comenzar la etapa del cultivo. “Creo que Jesús, como buen sembrador, habrá soñado con cada uno de nosotros, con las semillas depositadas en nuestros corazones”, aventuró el prelado, quien también expresó que “en algún momento la semilla se seca y queda el fruto, que hay que sembrarla en el terreno de los otros”.

También invitó a la comunidad diocesana a “un trabajo espiritual, a preguntarse cómo estoy viviendo la fe, esta fe que digo tener, que creo en Dios, que me quiere, que me salva y que me pide tales cosas, ¿estoy comprometiendo mi vida con este Dios que es amor?, ¿estoy participando con mi capacidad de respuesta de ser un ser capaz de conocer y de amar a este Dios ”.

Monseñor Cardelli volvió luego sobre el período pastoral al que llamó Benedicto XVI, y estimó que “el Papa nos llama a replantearnos la fe”.

“Tenemos todo un año para reflexionar cómo estamos viviendo nuestra fe, para compartirla, para meditarla en busca de una conclusión que esté inspirada e iluminada en la oración, en el encuentro con Dios, y comenzar a trabajarla para que en realidad nuestra sociedad sea más humana”, compartió el prelado.

A la misa asistieron diáconos permanentes, seminaristas y varias congregaciones religiosas que llevan adelante su apostolado en el territorio diocesano, además de delegaciones de las comunidades parroquiales de Pergamino, Colón, Salto, Arrecifes, San Nicolás, San Pedro, Ramallo, La Emilia, Manuel Ocampo, El Socorro, Inés Indart, Urquiza y Fontezuela.

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