Adviento: tiempo de conversión
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Hemos comenzado el tiempo litúrgico de Adviento y el papa Benedicto XVI nos recuerda que es un “tiempo de apertura al futuro de Dios, un tiempo de preparación para la santa Navidad”. El Señor viene a habitar en medio de esta humanidad decaída para renovarla desde dentro. Esa renovación ha de empezar por cada uno de nosotros, sabiendo que contamos con la ayuda de Dios.
Por ello en el Adviento resuena un mensaje lleno de esperanza, que invita a levantar la mirada al horizonte último, pero, sin olvidarnos de reconocer en el presente los signos del Dios que está con nosotros. Eso significa Emmanuel: “Dios con nosotros”.
Así como el profeta Isaías consolaba al pueblo de Israel, ahora el Señor en Adviento quiere también consolar y hablarnos al corazón anunciándonos la salvación.
Hoy la Iglesia eleva su voz y quiere hacerla llegar a las poblaciones agotadas por la miseria y el hambre, a cuantos sufren graves y sistemáticas violaciones de sus derechos, diciéndoles: “Aquí está vuestro Dios. Mirad: Dios, el Señor, llega con fuerza”.
2) Para pensar
Hay conversiones dramáticas. Tal es la testimoniada por el famoso actor de cine Mickey Rourke. Fue candidato al Óscar como mejor actor y ganador de varios premios por su trabajo en la película “El luchador” de 2008.
Nació en el seno de una familia católica irlandesa en Nueva York. Uno de los deportes favoritos de Mickey era el béisbol; el otro era el boxeo.
En el cine la fama le perjudicó, pues Rourke empezó a filmar películas no convenientes y cayó en una profunda adicción a las drogas y al alcohol. Como declaró después en un diario: "Cuando te caes, la gente te empuja más. El mundo está lleno de materialismo y envidia. Cuando eres famoso y te caes, la gente no quiere que vuelvas. Es casi imposible volver. Ya es difícil la primera vez, pero la segunda vez es como si no existieras... Dios me dio una segunda oportunidad, el de arriba me ayudó y se lo agradezco mucho".
En sus momentos difíciles encontró dos amigos que le tendieron la mano: un psiquiatra y un sacerdote.
Mickey Rourke dio gracias a Dios y a su fe católica por haber recibido una "segunda oportunidad" en la vida para superar las adicciones que casi lo llevan al suicidio. "Si no fuera católico me habría volado los sesos", recordó. Ahora dice que Hollywood ya no le interesa ni lo qué piensa la gente de Hollywood. Se ha reformado y lucha por no volver a caer.
3) Para vivir
El Papa Benedicto XVI nos recuerda que Jesucristo, con su predicación y después con su muerte y resurrección ha vencido al reino del mal, del pecado y de la muerte con su Amor. Por tanto, la esperanza cristiana va más allá de una legítima esperanza de una liberación social y política, porque lo que Jesús inició es una humanidad nueva fecundada por el Espíritu del Señor. Se trata de creer en Dios, en su designio de salvación, y al mismo tiempo comprometerse en la construcción de su reino.
Primicia de esta nueva humanidad es Jesús, Hijo de Dios e hijo de María. Ella, la Virgen Madre, es el “camino” que Dios mismo se preparó para venir al mundo. La santísima Virgen María también será nuestro camino para ir al Padre.
(e-mail: articulosdog@gmail.com)
Pbro. José Martínez Colín
1) Para saber
Hemos comenzado el tiempo litúrgico de Adviento y el papa Benedicto XVI nos recuerda que es un “tiempo de apertura al futuro de Dios, un tiempo de preparación para la santa Navidad”. El Señor viene a habitar en medio de esta humanidad decaída para renovarla desde dentro. Esa renovación ha de empezar por cada uno de nosotros, sabiendo que contamos con la ayuda de Dios.
Por ello en el Adviento resuena un mensaje lleno de esperanza, que invita a levantar la mirada al horizonte último, pero, sin olvidarnos de reconocer en el presente los signos del Dios que está con nosotros. Eso significa Emmanuel: “Dios con nosotros”.
Así como el profeta Isaías consolaba al pueblo de Israel, ahora el Señor en Adviento quiere también consolar y hablarnos al corazón anunciándonos la salvación.
Hoy la Iglesia eleva su voz y quiere hacerla llegar a las poblaciones agotadas por la miseria y el hambre, a cuantos sufren graves y sistemáticas violaciones de sus derechos, diciéndoles: “Aquí está vuestro Dios. Mirad: Dios, el Señor, llega con fuerza”.
2) Para pensar
Hay conversiones dramáticas. Tal es la testimoniada por el famoso actor de cine Mickey Rourke. Fue candidato al Óscar como mejor actor y ganador de varios premios por su trabajo en la película “El luchador” de 2008.
Nació en el seno de una familia católica irlandesa en Nueva York. Uno de los deportes favoritos de Mickey era el béisbol; el otro era el boxeo.
En el cine la fama le perjudicó, pues Rourke empezó a filmar películas no convenientes y cayó en una profunda adicción a las drogas y al alcohol. Como declaró después en un diario: "Cuando te caes, la gente te empuja más. El mundo está lleno de materialismo y envidia. Cuando eres famoso y te caes, la gente no quiere que vuelvas. Es casi imposible volver. Ya es difícil la primera vez, pero la segunda vez es como si no existieras... Dios me dio una segunda oportunidad, el de arriba me ayudó y se lo agradezco mucho".
En sus momentos difíciles encontró dos amigos que le tendieron la mano: un psiquiatra y un sacerdote.
Mickey Rourke dio gracias a Dios y a su fe católica por haber recibido una "segunda oportunidad" en la vida para superar las adicciones que casi lo llevan al suicidio. "Si no fuera católico me habría volado los sesos", recordó. Ahora dice que Hollywood ya no le interesa ni lo qué piensa la gente de Hollywood. Se ha reformado y lucha por no volver a caer.
3) Para vivir
El Papa Benedicto XVI nos recuerda que Jesucristo, con su predicación y después con su muerte y resurrección ha vencido al reino del mal, del pecado y de la muerte con su Amor. Por tanto, la esperanza cristiana va más allá de una legítima esperanza de una liberación social y política, porque lo que Jesús inició es una humanidad nueva fecundada por el Espíritu del Señor. Se trata de creer en Dios, en su designio de salvación, y al mismo tiempo comprometerse en la construcción de su reino.
Primicia de esta nueva humanidad es Jesús, Hijo de Dios e hijo de María. Ella, la Virgen Madre, es el “camino” que Dios mismo se preparó para venir al mundo. La santísima Virgen María también será nuestro camino para ir al Padre.
(e-mail: articulosdog@gmail.com)
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