La abogada Anastasía cuenta cómo el Señor le pidió una entrega total de
su vida: el salto que debió dar y lo realizada que se encuentra buscando
ser un alma contemplativa en medio del mundo y hacer felices a los
demás. Entre otros, a sus alumnos en la universidad. Después de
Jesucristo, Grecia y la Iglesia son sus grandes amores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario