Este primer sábado de Cuaresma celebramos la memoria del mártir San Policarpo de Esmirna, martirizado los primeros años del siglo II (...)
San Policarpo entregó su vida por Dios...y nosotros vemos al martirio como lo peor que nos podría pasar, nos hemos vuelto una Iglesia alérgica al martirio. La Iglesia que mira de soslayo y mira con vergüenza a aquel que muere por la fe, como si fuera un fanático, un réprobo, una persona políticamente inconveniente.
Esto debe cambiar. Ya mismo debe cambiar.Debe cambiar empezando por nosotros. Tal vez no podremos evitar que tal vez hoy en día no se tome en serio la sangre de los mártires, que no necesitan proceso de beatificación, necesitan fe para ser contemplados como modelo, fe para ponernos a su intercesión. Pero es una Iglesia la nuestra, la Iglesia verdadera, la fundada por Cristo sobre los doce Apóstoles, es una Iglesia la cual ha de crecer nutrida por la sangre de Cristo, y esa expresión que rezamos en el Padrenuestro "santificado sea tu Nombre" es justamente que sea manifestado mi amor por tí, dando mi vida, una expresión del judaísmo, piadoso, místico del siglo I. Sea manifestado tu Nombre, que se manifieste delante de todos que yo te amo. Pero manifiéstalo tú, ya que nadie puede autollamarse, autoconvocarse al martirio, el Señor mismo lo reprueba, cuando los persiguen en una ciudad, huyen a otra, y asi sucesivamente.
El martirio de testimonio, la mostración de Cristo en medio de los hombres no tiene un gusto comercialmente aceptable. La fe sabe poco publicitaria delante de los hombres....
http://youtu.be/4P1k9IuytJw
San Policarpo entregó su vida por Dios...y nosotros vemos al martirio como lo peor que nos podría pasar, nos hemos vuelto una Iglesia alérgica al martirio. La Iglesia que mira de soslayo y mira con vergüenza a aquel que muere por la fe, como si fuera un fanático, un réprobo, una persona políticamente inconveniente.
Esto debe cambiar. Ya mismo debe cambiar.Debe cambiar empezando por nosotros. Tal vez no podremos evitar que tal vez hoy en día no se tome en serio la sangre de los mártires, que no necesitan proceso de beatificación, necesitan fe para ser contemplados como modelo, fe para ponernos a su intercesión. Pero es una Iglesia la nuestra, la Iglesia verdadera, la fundada por Cristo sobre los doce Apóstoles, es una Iglesia la cual ha de crecer nutrida por la sangre de Cristo, y esa expresión que rezamos en el Padrenuestro "santificado sea tu Nombre" es justamente que sea manifestado mi amor por tí, dando mi vida, una expresión del judaísmo, piadoso, místico del siglo I. Sea manifestado tu Nombre, que se manifieste delante de todos que yo te amo. Pero manifiéstalo tú, ya que nadie puede autollamarse, autoconvocarse al martirio, el Señor mismo lo reprueba, cuando los persiguen en una ciudad, huyen a otra, y asi sucesivamente.
El martirio de testimonio, la mostración de Cristo en medio de los hombres no tiene un gusto comercialmente aceptable. La fe sabe poco publicitaria delante de los hombres....
http://youtu.be/4P1k9IuytJw
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