“Queridos todos:
Por gracia de Dios vivimos nuestra primer Navidad blanca... ¡blanquísima! Cenamos a las 19hs acompañados de un matrimonio, él uruguayo y ella de las Islas Canarias. Y a las 23hs celebramos la Santa Misa, mitad en danés y mitad en inglés. Gracias a Dios, participó mucha gente, es decir, notablemente más que en una misa dominical. Luego de la ceremonia, festejamos con el P. Gerardus, saludamos a nuestras familias y a descansar.
Misa de Noche Buena
El Adviento nos despierta y arranca de lo prosaico suscitando en nosotros el deseo del Niño Dios, encendiendo la virtud de la esperanza, la cual nos da esas especiales ansias de ver a Jesús, el Juez de vivos y muertos que vendrá en majestuosa victoria dándole fin a este mundo. Esperanza que es el único soporte, y no solo espiritual, en medio de tan diversos dolores y sufrimientos en esta corta vida. Por eso, cuanto más recogidamente se viven esas cuatro semanas, más provechoso es el Misterio de la Natividad. Esos días constituyen entonces un ambiente donde la esperanza adquiere un nuevo matiz, cierto protagonismo. Y en Nuuk esta virtud posee una nota particular, pues es, o mejor dicho, debería ser, la virtud distintiva de este pueblo, tan sufrido por cierto.
¿Por qué digo esto? Porque en realidad el nombre con el cual la ciudad fue fundada en 1728 por el misionero luterano Hans Egede, fue “Buena Esperanza”. Recién en 1979 se le cambió el nombre por Nuuk, que en groenlandés significa ‘cabo’. Desde sus orígenes este poblado tuvo la referencia a la virtud teologal, esta referencia a pensar en el más allá, en el Hacedor de estos hielos. De hecho me decía un biólogo que hace unos meses navegó junto con otros científicos más al norte de Nuuk: “Aquello es un terreno primigenio. Allí parecería que Dios nos había enviado ‘5 minutos después de la Creación’. Es un mundo primigenio, de gran coherencia y belleza. Ahí me di cuenta, definitivamente, sobre la PRESENCIA de Elohim, en todos lados y que, en la Creación hay sólo bondad”.
Pero esta ‘esperanza groenlandesa’ debería, necesariamente, conectarse con quien es la Madre de Esperanza. Lo explico con un escrito del P. Agustín Bollini: “Al tiempo de haber llegado a Nuuk, me sorprendió no haber escuchado una advocación de la Virgen propia de Groenlandia. Pensé en Nuestra Señora de las Nieves que aparentemente sería muy apropiada para este territorio blanco, eternamente cubierto de nieves casi en su mayor parte. Cuando pregunté si existía alguna advocación especial de la Virgen, me contestaron que sí, y me mostraron un cuadro en el living-comedor de nuestra casa, con la pintura de una mujer esquimal llevando a su niño en las espaldas. Al pie tiene una placa de bronce que dice: THE GREENLAND MADONNA - by Dominic A. Caronna in memory of his mother and mother – 1983. O sea, que esta única mención a nuestra Señora de Groenlandia solo existe colgada en la pared de nuestro living-comedor!!! Y así, juntando el cuadro de la Madonnna y el nombre de la ciudad, surgió esta idea - advocación:
MADRE DE LA BUENA ESPERANZA DE GROENLANDIA, en inglés MOTHER OF THE GOOD HOPE OF GREENLAND”
Todo está en los designios de Dios y no pretenderemos buscar mayores explicaciones. Sí me atrevo a buscar un posible motivo o ‘razón de conveniencia’ por la cual esta virtud teologal debe ser el distintivo de estas tierras, especialmente a través de la Virgen María, a quién entonces podemos llamar “Madre de la Buena Esperanza de Groenlandia”. Me refiero al hecho de que este país tiene uno de los índices de suicidios más alto en todo el planeta, según algunos estudios. En internet se encuentran distintas estadísticas, algunas más creíbles que otras. Pero más allá de esos números, aquí solo en Nuuk llegan al hospital frecuentemente casos de suicidios, principalmente de jóvenes. Y recuerden que estamos hablando de una ciudad de solo 16.000 habitantes.
Una mujer, que se autodefine con algo de sangre inuit, aunque criada en Dinamarca, describía esta triste situación de su queridos paisanos: “En la actualidad hay más gente quitándose la vida en Groenlandia que en cualquier otro lugar. Con relación al número de habitantes, su tasa de suicidios es la más alta de todo el mundo. ¿Y sabéis lo más inquietante? Que son los niños y los adolescentes quienes están haciendo que las estadísticas sean tan altas… Gran parte de la tristeza y desesperación de Groenlandia puede achacarse al rápido proceso de modernización que ha atravesado el país… Hace sólo cien años, la población groenlandesa aún cazaba con arpones y vivía de forma precaria, día a día. Hoy navegan por Internet y se interesan por basuras humanas como 50 Cent y Britney Spears, pero cuando se es tan pobre y se está tan aislado como los groenlandeses, Internet y la televisión no son tanto medios para conectar con el resto del mundo sino más bien focos de frustración, ventanas por las que asomarse a lo que parece un planeta lejano. A menudo sólo sirven para recalcar lo aislada que es la vida en Groenlandia, lejos de las cosas que suceden en cualquier otro sitio… Los jóvenes no se pueden identificar con la antigua forma de vida, aquella de la que sus padres formaban parte, pero tampoco disponen de una forma tangible de conectarse con el mundo moderno. Intentan desesperadamente ajustarse a la Sociedad que ven básicamente por televisión. La juventud groenlandesa tiene que afrontar temas como el abuso sexual (en Groenlandia hay menos mujeres que hombres, lo cual conduce a un alto porcentaje de abusos), el alcoholismo de padres y parientes, aislamiento extremo, meses de oscuridad y, por supuesto, el hecho de que en las comunidades pequeñas el suicidio puede ser contagioso. Cuanta más gente decide suicidarse, más empieza a parecer una opción válida. Antes de que te des cuenta se ha convertido en una corriente.
Por supuesto, sabemos que las causas últimas van más allá de estas contingencias, pues la explicación es que sin Jesucristo nada podemos hacer. Y menos aun cuándo se vive en situaciones un tanto extremas. Por eso creo que es ‘sobrenaturalmente oportuno’ para este pequeño rebaño, mayormente protestante, que su Madre, a quién deben descubrir y amar, sea la verdadera fuente de esperanza. Y para acompañar a estos hombres que probablemente sin saberlo están en busca de los ojos esperanzadores de la Virgen, se encuentra en esta Isla la incipiente Iglesia Católica, con el mandato divino de difundir una sólida y verdadera esperanza en el pueblo Inuit, para que ellos se alegren al saberse hijos de la que siempre esperó contra toda esperanza. Un conocido que hace pocos meses vive en Nuuk nos envió un saludo diciéndonos: “Que ustedes estén aquí, nos da una gran tranquilidad. Gracias a Dios por haberlos enviado a esta Nova Finis Terrae, a abrir camino hacia La Luz, a pico y pala. La Iglesia Apostólica Romana es atemporal y universal”.
Termino con uno hermoso episodio de la vida de aquél que fue un ‘campeón del Ártico’, el P. Segundo Llorente. Un día lo llamó por teléfono a su hermano, también sacerdote jesuita, y le dijo: “Amando, quiero decirte que se acabó el Segundo Llorente en este mundo y empieza el del otro. Me han dicho que tengo cáncer, y he llamado al provincial para decirle que no quiero tener ningún tratamiento, pero quiero contar con él. El provincial me aprobó la decisión, así que no voy a seguir ningún tratamiento. No se te ocurra ponerte triste, porque llevo años que no sueño más que con ir al cielo. Me han dado la noticia más feliz de mi vida, y no quiero que me quiten ni un minuto de ese cielo al que estoy seguro de ir; no puedo dudarlo”. ¡Eso es Esperanza!
En esta misión nos encomendamos bajo el amparo de la ‘Madre de la Buena Esperanza de Groenlandia’, para que nos destaquemos en ese anhelo del Cielo y así trasmitirlo más eficazmente a este pueblo que de hecho tiene ‘vocación de esperanza’.
Padre Fabio Schilereff, IVE
(La Nueva Radio Suárez - - 101.3 Mhz. - - LRM 818 - 02926-430005)
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