Buenos Aires, 24 Nov. 11 (AICA)
La directora nacional de Familia Misionera, Verónica Vivot de Frías, destacó la obra religiosa y social del presbítero Sigfrido “Chifri” Moroder, quien falleció ayer repentinamente en Salta a los 46 años y que era conocido por evangelizar los parajes montañosos salteños con un parapente hasta que sufrió un accidente que lo dejó en silla de ruedas.
“A mí en lo personal me quedan dos imágenes de él muy grabadas y sus palabras a fuego en mi corazón, que ojalá aprenda algún día a poner en práctica tomando su ejemplo”, expresó al dar detalles de una visita que le hizo en septiembre de 2009 a la parroquia Santa Rita, en Rosario de Lerma, templo que el sacerdote arregló junto con la comunidad.
“Al llegar allí, él ya estaba en silla de ruedas, me dijeron que nos estaba esperando, que teníamos que subir una escalera bastante alta por el costado de la casa parroquial. Para mis adentros pensé cómo haría el padre porque allí no había más que escalera para subir. Al llegar arriba me di cuenta de que había armado allí su bunker y al entrar nos recibió una señora y había otro chico trabajando en su computadora. En el centro de este altillo detrás de una columna había alguien, era el padre que colgaba de unas enormes cadenas sujetas al techo y a él con un arnés todavía más grande. Él con una mochila enorme sobre sus espaldas y sus muletas agarradas a sus brazos nos recibió con una enorme sonrisa”, describió.
“Hola gente, ¿cómo están? -nos dijo- Muchas gracias por visitarnos, me van a disculpar que los haya recibido así che pero es que no puedo parar ni un minuto, ustedes me cuentan y me muestran todo lo que quieran que yo los escucho, pero si no sigo con mi entrenamiento se frena todo el apoyo que le puedo dar a mi gente”.
Vivot de Frías siguió contando que “allí le ayudaba un chico que supongo sería fisioterapeuta. La otra imagen es la de él visitándonos en la escuela de El Rosal, una de las suyas, en una escapada que se había hecho mientras acompañaba a la gente que venía bajando desde San Antonio de los Cobres, punto más alto de la Quebrada del Toro, su quebrada”.
“Nos contó que tenía que volver a determinada hora porque no tenía teléfono para avisar y que si no llegaba su gente se iba a preocupar. Siempre con empuje, una gigante sonrisa y mucha oración”, subrayó la mujer al contar su experiencia al visitar al sacerdote.
Un homenaje radial
El programa Voluntariando, que se emitía los miércoles a las 20 por Radio María Argentina, cerró su ciclo con un homenaje al padre Chifri.
Durante la audición, producida por la Fundación Manos Abiertas, se recordó con “emoción” al sacerdote misionero y se valoró su tarea en El Alfarcito, donde vivía junto con los lugareños de los cerros y quebradas del norte de Salta.+
La directora nacional de Familia Misionera, Verónica Vivot de Frías, destacó la obra religiosa y social del presbítero Sigfrido “Chifri” Moroder, quien falleció ayer repentinamente en Salta a los 46 años y que era conocido por evangelizar los parajes montañosos salteños con un parapente hasta que sufrió un accidente que lo dejó en silla de ruedas.
“A mí en lo personal me quedan dos imágenes de él muy grabadas y sus palabras a fuego en mi corazón, que ojalá aprenda algún día a poner en práctica tomando su ejemplo”, expresó al dar detalles de una visita que le hizo en septiembre de 2009 a la parroquia Santa Rita, en Rosario de Lerma, templo que el sacerdote arregló junto con la comunidad.
“Al llegar allí, él ya estaba en silla de ruedas, me dijeron que nos estaba esperando, que teníamos que subir una escalera bastante alta por el costado de la casa parroquial. Para mis adentros pensé cómo haría el padre porque allí no había más que escalera para subir. Al llegar arriba me di cuenta de que había armado allí su bunker y al entrar nos recibió una señora y había otro chico trabajando en su computadora. En el centro de este altillo detrás de una columna había alguien, era el padre que colgaba de unas enormes cadenas sujetas al techo y a él con un arnés todavía más grande. Él con una mochila enorme sobre sus espaldas y sus muletas agarradas a sus brazos nos recibió con una enorme sonrisa”, describió.
“Hola gente, ¿cómo están? -nos dijo- Muchas gracias por visitarnos, me van a disculpar que los haya recibido así che pero es que no puedo parar ni un minuto, ustedes me cuentan y me muestran todo lo que quieran que yo los escucho, pero si no sigo con mi entrenamiento se frena todo el apoyo que le puedo dar a mi gente”.
Vivot de Frías siguió contando que “allí le ayudaba un chico que supongo sería fisioterapeuta. La otra imagen es la de él visitándonos en la escuela de El Rosal, una de las suyas, en una escapada que se había hecho mientras acompañaba a la gente que venía bajando desde San Antonio de los Cobres, punto más alto de la Quebrada del Toro, su quebrada”.
“Nos contó que tenía que volver a determinada hora porque no tenía teléfono para avisar y que si no llegaba su gente se iba a preocupar. Siempre con empuje, una gigante sonrisa y mucha oración”, subrayó la mujer al contar su experiencia al visitar al sacerdote.
Un homenaje radial
El programa Voluntariando, que se emitía los miércoles a las 20 por Radio María Argentina, cerró su ciclo con un homenaje al padre Chifri.
Durante la audición, producida por la Fundación Manos Abiertas, se recordó con “emoción” al sacerdote misionero y se valoró su tarea en El Alfarcito, donde vivía junto con los lugareños de los cerros y quebradas del norte de Salta.+
Miles despiden al padre Chifri : http://www.youtube.com/watch?v=xeVpMSeaVcE
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